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Justa distribución del sufragio como poder
hacer mejor papel como diputados y senadores (70) . ¿Cómo determinar
quiénes son? Por supuesto, no lo sabe nadie. Aunque, juzgando, en principio,
parezca más probable que los mejor informados sobre las necesidades
del país tengan mayores expectativas de acierto en la resolución de los
problemas y los más capacitados para legislar sean los que deban hacerlo;
nunca será fácil dar con ellos ni presentar una lista que contenga sus nombres
en cifras moderadas.
Sin embargo, si suprimiéramos en adelante las listas cerradas y bloqueadas
e hiciéramos obligatorio para los partidos preparar una relación
única de candidatos al Congreso y otra similar para el Senado, con triple
número de aspirantes que el de escaños, con el curriculum comprobado
de cada uno y admitiendo sólo un tercio de afiliados a los partidos; la
libertad del elector se vería respetada y el sufragio podría ser mucho más
consciente.
Y aun siendo probable que muchos votantes seguirían haciéndolo al
dictado de su grupo político predilecto, nadie podría objetar los resultados
electorales, ni hacer responsables a los partidos de la baja calidad que hoy
puede reprocharse al promedio de la representación popular.
70) Que los partidos no hacen esto actualmente se demuestra sin dificultad alguna. Basta observar
que las listas que presentan se nutren casi por entero con gente del partido. Dejan, pues, sin la
menor posibilidad de resultar electos a quienes realmente son los mejores. Veamos una demostración
matemática de lo que afirmamos. Sean los mejores N (número coincidente con la suma
de diputados y senadores y con la suma de ambas listas) y representemos por M el de afiliados a
un partido P. La probabilidad de que los mejores hayan de encontrarse entre toda la población
a seleccionar S tiene que ser por definición, una certeza. Valdrá, pues, 1. La de que las listas de
un partido acierten con ellos es equivalente a extraer de un bombo con S bolas, los N mejores.
Siendo S un denominador de 8 cifras y N un numerador de 3, la relación probabilitaria se expresa
en dígitos con ¡cinco ceros decimales, después de la coma!
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