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José Lois Estévez
forma, el acceso al poder y los candidatos electos gozarán de aquiescencia
mayoritaria.
3. LA DISTRIBUCIÓN PERSONAL Y TERRITORIAL
DEL SUFRAGIO
Aun rechazando la teoría de la representación, sigue siendo evidente
para nosotros que cierto consenso electoral ha de ser el factor determinante
de la diferenciación política. Sentado este principio, queda por
dilucidar qué número de candidatos será necesario elegir y, en consecuencia,
cúantos votos requerirá el consenso para darlos por elegidos. La respuesta
a esta pregunta dependerá de qué poderes del Estado sean designados
por elección y cuántos funcionarios compongan cada uno. De
ordinario, el sufragio directo sólo se utiliza para seleccionar el poder legislativo,
y, según el resultado de la votación, la jefatura del ejecutivo. El
judicial se amolda a otros sistemas (75) .
¿De cuántos miembros se compondrá el Poder legislativo? El número
total es función de cuatro variables: la magnitud de la población, el núme-
75) El nuestro -no me recataré al decirlo- es pésimo y, como habría que esperar, sus resultados son
también pésimos. La impresión que suscita nuestro modo de nombrarlos, es que no se quieren
buenos jueces. La *oposición* conduce a dar título de juez a gentes anónimas, que no han dado
pruebas de su moralidad ni de su discernimiento jurídico. Sólo, en parte, han acreditado su
memoria repetitiva, no en absoluto su vocación, su capacidad de enjuiciamiento y su independencia
de criterio. La tercera parte de las plazas reservadas para juristas de reconocida competencia
(art. 301 LOPJ), no garantiza nada, al ser tan vaga la mención y no fijarse baremo para
el Concurso. Los seis años de ejercicio profesional, amén de insuficientes como experiencia,
pueden haber pasado sin pena ni gloria. Vid. para contraste, mi Justa distribución del poder,
cit. 152 ss.