Descargar documento en PDF - Ministerio de Defensa
Descargar documento en PDF - Ministerio de Defensa
Descargar documento en PDF - Ministerio de Defensa
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
238<br />
LA CONSTRUCCIÓN DE LA NACIÓN ARGENTINA. EL ROL DE LAS FUERZAS ARMADAS<br />
El PPF, a difer<strong>en</strong>cia <strong>de</strong>l PP, se organizó a partir <strong>de</strong> una táctica política <strong>de</strong> p<strong>en</strong>etración territorial consist<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> un “c<strong>en</strong>tro” que controlaba, estimulaba y dirigía el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la periferia; es <strong>de</strong>cir, la constitución<br />
<strong>de</strong> los mandos locales e intermedios <strong>de</strong>l partido. Este tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo organizativo implica –por <strong>de</strong>finición, y<br />
sigui<strong>en</strong>do a Panebianco– la exist<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> un “c<strong>en</strong>tro” sufici<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te cohesionado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros pasos <strong>de</strong><br />
la vida <strong>de</strong>l partido. Con esta estrategia <strong>de</strong> p<strong>en</strong>etrar el territorio, a mediados <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1949, Evita eligió 23<br />
mujeres, una por provincia o territorio. A difer<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> lo que sucedió con el partido <strong>de</strong> los hombres, el PPF se<br />
organizó con una rapi<strong>de</strong>z llamativa, producto <strong>de</strong>l trabajo fr<strong>en</strong>ético <strong>de</strong> Evita, pero también <strong>de</strong>l bu<strong>en</strong> ojo que tuvo<br />
al elegir a sus infatigables colaboradoras.<br />
Eva Perón impidió, con éxito, cualquier posibilidad <strong>de</strong> línea interna o <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> caudillas,<br />
como ella las llamaba, a partir <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> medidas. De cualquier manera, más allá <strong>de</strong>l control que Eva Perón<br />
ejercía, tampoco estaba <strong>en</strong> el ánimo ni <strong>de</strong> las <strong>de</strong>legadas ni <strong>de</strong> las sub<strong>de</strong>legadas formar líneas o facciones que<br />
pudieran remotam<strong>en</strong>te disputarle el po<strong>de</strong>r a Evita; <strong>de</strong> existir este tipo <strong>de</strong> nucleami<strong>en</strong>tos, era con el fin <strong>de</strong> ganarse<br />
una mayor prefer<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> la lí<strong>de</strong>r. En <strong>de</strong>finitiva, la única aspiración política que podían t<strong>en</strong>er estas mujeres era<br />
servir a las órd<strong>en</strong>es <strong>de</strong> Evita, <strong>de</strong>jando <strong>de</strong> lado cualquier tipo <strong>de</strong> aspiración personal, aunque el contacto estrecho<br />
o contar con su confianza y sus b<strong>en</strong>diciones constituían una aspiración <strong>en</strong> sí misma.<br />
La naturaleza <strong>de</strong> este li<strong>de</strong>razgo g<strong>en</strong>eró también difer<strong>en</strong>tes percepciones sobre las prácticas políticas<br />
<strong>en</strong>tre el PP y el PPF. Mi<strong>en</strong>tras los hombres “hacían política”, las mujeres se s<strong>en</strong>tían parte <strong>de</strong> una especie <strong>de</strong> misión<br />
mística. Esta situación era alim<strong>en</strong>tada por la presid<strong>en</strong>cia <strong>de</strong>l partido, que empleaba un vocabulario rayano al religioso.<br />
Las <strong>de</strong>legadas –“apóstoles <strong>de</strong> la doctrina peronista”– predicaban la “verdad peronista”. Las c<strong>en</strong>sistas,<br />
imbuidas por este celo misionero, no reparaban <strong>en</strong> horarios y soportaban ext<strong>en</strong>uantes jornadas <strong>de</strong> trabajo. Los<br />
lazos <strong>de</strong> lealtad que unían a la lí<strong>de</strong>r con las <strong>de</strong>legadas y las sub<strong>de</strong>legadas produjeron una relación política <strong>de</strong>rivada<br />
<strong>de</strong>l “estado <strong>de</strong> gracia”; así, ellas formaban parte <strong>de</strong> la misión que, según sus seguidoras, la lí<strong>de</strong>r estaba <strong>de</strong>stinada<br />
a cumplir: salvar a las mujeres y a los humil<strong>de</strong>s.<br />
Hubo una política difer<strong>en</strong>ciada para hombres y mujeres, y sus prácticas <strong>en</strong> las unida<strong>de</strong>s básicas fueron<br />
muy difer<strong>en</strong>tes. Las fem<strong>en</strong>inas fueron el ámbito <strong>de</strong> socialización y congregación <strong>de</strong> mujeres peronistas, y formaban<br />
parte, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> la táctica política <strong>de</strong> p<strong>en</strong>etración territorial <strong>de</strong>l PPF. Su composición y jerarquía interna,<br />
sus estructuras edilicias, los estilos <strong>de</strong> captación <strong>de</strong> prosélitos eran bi<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>tes <strong>de</strong> los masculinos. El partido<br />
masculino se ajustaba a las formas tradicionales <strong>de</strong> hacer política: afiliación, discusiones, asados, etc. Las mujeres<br />
apuntaban a la afiliación pero también a la capacitación y la ayuda social. Si bi<strong>en</strong> se las interpelaba <strong>en</strong> tanto<br />
madres, al mismo tiempo se las convocaba a participar activam<strong>en</strong>te fuera <strong>de</strong>l hogar, sin <strong>de</strong>scuidar sus <strong>de</strong>beres<br />
fem<strong>en</strong>inos y pot<strong>en</strong>ciando su rol <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la unidad básica con tareas domésticas. Sin lugar a dudas, se <strong>en</strong>caró una<br />
tarea netam<strong>en</strong>te política, por más que se la int<strong>en</strong>tara teñir con otros aditam<strong>en</strong>tos y que la misma Evita –probablem<strong>en</strong>te<br />
sabi<strong>en</strong>do las resist<strong>en</strong>cias que provocaba– buscara disimularla llamándola sólo “acción social”.<br />
El ingreso <strong>de</strong> hombres estaba prohibido <strong>en</strong> estos gineceos mo<strong>de</strong>rnos. Este celo buscaba impedir cualquier<br />
injer<strong>en</strong>cia <strong>de</strong>l PP <strong>en</strong> el PPF y al mismo tiempo para resguardar la reputación <strong>de</strong> las mujeres. El PPF buscó<br />
movilizar e incorporar a la vida política a las mujeres como grupo social específico, más allá <strong>de</strong> sus condiciones <strong>de</strong><br />
clase. No era ésta una tarea s<strong>en</strong>cilla, y com<strong>en</strong>zó a tallar un discurso artificioso 18 que, con arte y habilidad, a través<br />
<strong>de</strong> la sutileza g<strong>en</strong>eraba cautela. En él se int<strong>en</strong>tó suavizar el impacto que provocaría su ingreso <strong>en</strong> la vida política:<br />
así, las mujeres no estaban <strong>en</strong> un partido sino <strong>en</strong> un movimi<strong>en</strong>to; no se las afiliaba, se las c<strong>en</strong>saba; ellas no hacían<br />
política sino acción social. La principal función <strong>de</strong> las mujeres, siempre, era ocuparse <strong>de</strong>l hogar; sin embargo, las funciones<br />
partidarias y políticas muchas veces prevalecieron sobre las hogareñas. Lo cierto es que estaban convocadas<br />
a afiliarse a un partido justam<strong>en</strong>te para hacer política <strong>en</strong> una organización celular partidaria, llamada unidad básica<br />
fem<strong>en</strong>ina: una “prolongación <strong>de</strong>l hogar”.<br />
¿El treinta y tres por ci<strong>en</strong>to?<br />
El PPF contó con una estructura política propia, compuesta por una Comisión Nacional que com<strong>en</strong>zó<br />
a funcionar dos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su creación y <strong>de</strong> la que Evita era presid<strong>en</strong>ta, pero que <strong>en</strong> los hechos carecía <strong>de</strong><br />
po<strong>de</strong>r. El PP masculino t<strong>en</strong>ía también su propia estructura organizativa, el Consejo Superior <strong>de</strong>l PP (CSPP), <strong>de</strong>l que<br />
formaban parte Evita y Perón, por supuesto. Sin embargo, el CSPP no t<strong>en</strong>ía ningún tipo <strong>de</strong> injer<strong>en</strong>cia sobre el PPF,<br />
18 Carolina Barry, Evita Capitana, op. cit., p. 248.<br />
CAPÍTULO 5 / 1945-1955 EL PERONISMO Y EL COMPROMISO INDUSTRIALISTA<br />
CAROLINA BARRY - El peronismo político, apuntes para su análisis (1945-1955)<br />
salvo cuando adoptaban medidas <strong>en</strong> conjunto, como ser las listas <strong>de</strong> candidatos para las elecciones. En el PPF, el<br />
único modo <strong>de</strong> hacer carrera era a<strong>de</strong>cuarse a la voluntad <strong>de</strong> la lí<strong>de</strong>r. Así lo <strong>de</strong>muestra la selección <strong>de</strong> candidatas<br />
para ocupar puestos <strong>de</strong> legisladoras nacionales y provinciales <strong>en</strong> la primera elección <strong>de</strong> 1951. La estructuración<br />
separada por sexos llevó a resolver el problema <strong>de</strong> las candidaturas y la ocupación <strong>de</strong> cargos electivos <strong>de</strong> maneras<br />
difer<strong>en</strong>tes.<br />
Los candidatos <strong>de</strong> ambas ramas no surgieron por votación directa <strong>de</strong> sus afiliados. En el partido masculino,<br />
las pujas internas y el control <strong>de</strong> zonas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r permitían dirimir los puestos <strong>en</strong> las listas. Las c<strong>en</strong>sistas ocupaban<br />
d<strong>en</strong>tro <strong>de</strong> la estructura partidaria el mismo lugar que los <strong>de</strong>más miembros, y el hecho <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>legadas no significó<br />
que fueran jefas <strong>de</strong> ninguna sección o grupo que les permitiese postularse electoralm<strong>en</strong>te. Las candidatas<br />
fueron elegidas <strong>en</strong> pos <strong>de</strong> un cupo acordado por la misma Evita con la autoridad <strong>de</strong>l Consejo Superior Peronista, es<br />
<strong>de</strong>cir, Perón. Y una vez establecido ese cupo se incluyeron sus nombres. Se las buscó leales, peronistas, obedi<strong>en</strong>tes,<br />
trabajadoras y sin ambiciones personales. A<strong>de</strong>más, a difer<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> los hombres, cada mujer fue estudiada hasta<br />
<strong>en</strong> sus “mínimos <strong>de</strong>talles”, 19 vale <strong>de</strong>cir, lealtad y cualida<strong>de</strong>s morales. El número <strong>de</strong> mujeres electas fue altísimo y<br />
excepcional si se lo compara con otros países. Aunque no se llegó al m<strong>en</strong>tando 33%, esas cifras no volvieron a producirse<br />
hasta fines <strong>de</strong>l siglo y bajo el amparo <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Cupos. Las mujeres ocuparon puestos <strong>en</strong> las listas con<br />
posibilida<strong>de</strong>s reales <strong>de</strong> ser elegidas, pues todas las candidatas resultaron electas. Sin embargo, fueron consi<strong>de</strong>rablem<strong>en</strong>te<br />
m<strong>en</strong>os, comparadas con los candidatos varones.<br />
Evita, por su parte, remarcaba que las mujeres no <strong>de</strong>bían aspirar “a los honores sino al trabajo”. Si<br />
la lí<strong>de</strong>r había r<strong>en</strong>unciado a la candidatura a la vicepresid<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> la Nación, cargo por <strong>de</strong>más merecido, <strong>en</strong> pos<br />
<strong>de</strong> “objetivos políticos más importantes”, con “su ejemplo”, ayudó a justificar la selección <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas mujeres<br />
y no <strong>de</strong> otras para ocupar los cargos <strong>de</strong> legisladoras nacionales y provinciales que <strong>en</strong> muchos casos pelearon por<br />
un puesto. Esta situación las <strong>de</strong>jaba, <strong>de</strong> hecho, fuera <strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong> compet<strong>en</strong>cia.<br />
En m<strong>en</strong>os <strong>de</strong> dos años <strong>de</strong> ardua tarea, el PPF logró su objetivo político más importante: la reelección<br />
<strong>de</strong> Perón para un segundo período presid<strong>en</strong>cial. Las mujeres superaron <strong>en</strong> cantidad <strong>de</strong> votos peronistas a los varones<br />
<strong>en</strong> todos los distritos. Estos altos índices fueron superados <strong>en</strong> las elecciones <strong>de</strong> 1953 y 1954. La muerte <strong>de</strong> Evita<br />
cambió las reglas <strong>de</strong> juego, no sólo <strong>de</strong>l PPF sino <strong>de</strong>l peronismo. El tema principal que se planteaba era cómo sustituir<br />
todos los roles que ella había <strong>de</strong>splegado, y los mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión absorbidos por ella. Su muerte hizo<br />
<strong>en</strong>trar <strong>en</strong> juego <strong>de</strong> manera más acabada el ejercicio <strong>de</strong>l li<strong>de</strong>razgo <strong>de</strong> Perón <strong>en</strong> el partido <strong>de</strong> las mujeres, zona<br />
reservada <strong>en</strong> exclusividad a Evita. Buscó fr<strong>en</strong>ar el proceso <strong>de</strong> institucionalización <strong>de</strong>l partido mostrándose como<br />
cabeza <strong>de</strong> éste, int<strong>en</strong>tando anular las posibles rivalida<strong>de</strong>s internas <strong>en</strong> la organización fem<strong>en</strong>ina <strong>en</strong> disputa por la<br />
sucesión. Pero la imposibilidad <strong>de</strong> conducir el partido como lo había hecho Evita, sumada a la tarea gubernativa<br />
y la inmin<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> un nuevo acto eleccionario, obligaron a Perón a recurrir a una dirección colegiada que llevara<br />
a<strong>de</strong>lante las huestes fem<strong>en</strong>inas. En 1954, Delia Parodi asumió como presid<strong>en</strong>ta y <strong>de</strong>bió salvaguardar el espacio<br />
ganado por las mujeres que tanto los integrantes <strong>de</strong>l PP como <strong>de</strong> la CGT, ansiosos, querían aprovechar.<br />
En sus últimos años, el peronismo experim<strong>en</strong>ta un l<strong>en</strong>to, sinuoso, confuso y pronto truncado proceso<br />
<strong>de</strong> institucionalización <strong>de</strong> las tres ramas, que cobra, incluso, una fuerza simbólica. Esta integración se reflejó <strong>en</strong><br />
la asignación <strong>de</strong> cargos <strong>en</strong> las Cámaras. En 1953, Delia Parodi fue nombrada vicepresid<strong>en</strong>ta primera <strong>de</strong> la Cámara<br />
<strong>de</strong> Diputados, una <strong>de</strong> las primeras mujeres <strong>en</strong> el mundo <strong>en</strong> ocupar un cargo <strong>de</strong> tan alto nivel. 20 El presid<strong>en</strong>te era<br />
Antonio J. B<strong>en</strong>ítez, por el PP; el vicepresid<strong>en</strong>te segundo, José Tesorieri, por la CGT. En forma simultánea, <strong>en</strong> el<br />
S<strong>en</strong>ado, Ilda Leonor Pineda <strong>de</strong> Molins ocupó el cargo <strong>de</strong> vicepresid<strong>en</strong>ta segunda, también primera mujer <strong>en</strong> ocupar<br />
ese cargo. La presid<strong>en</strong>cia provisional la ocupó Alberto Iturbe y la vicepresid<strong>en</strong>cia primera, Juan Antonio Ferrari,<br />
por la rama política y gremial respectivam<strong>en</strong>te. Durante la campaña electoral para la vicepresid<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> Alberto<br />
Tesaire, el candidato recorrió el país <strong>en</strong>tero junto al <strong>de</strong>legado g<strong>en</strong>eral <strong>de</strong> la CGT, Vuletich, y a Delia Parodi. Los<br />
tres apar<strong>en</strong>taban t<strong>en</strong>er la misma jerarquía política y daban la pauta <strong>de</strong> ser las cabezas visibles <strong>de</strong> los tres sectores,<br />
aunque Tesaire, <strong>en</strong> tanto vicepresid<strong>en</strong>te <strong>de</strong> la Nación, t<strong>en</strong>ía otras prerrogativas.<br />
19 Democracia, 24 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1951.<br />
20 Marta Raquel Zabaleta, O Partido das Mulheres Peronistas: história, característica e conseqü<strong>en</strong>cias (Arg<strong>en</strong>tina 1947-1955), San Pablo,<br />
Estadual <strong>de</strong> Maringá , 2000, p. 15.<br />
239