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luchas-muy-otras-2011

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entre el “sueño zapatista” y el “sueño americano”momento habían sido prescindibles en la región. Los que se van al norte explicanque si se quedaran en sus pueblos podrían sobrevivir con los recursos locales, peroaseguran que no podrían “mejorar”, “salir adelante”, “hacer algo” o “sobresalir”,como dice Ernesto, un joven zapatista de María Trinidad que trabaja en EstadosUnidos desde 2004:Si nos quedamos [en la comunidad] y trabajamos duro, al final vamos a podertener algo pero nos va a llevar muchos años, tal vez toda la vida, como a nuestrospapás. En cambio si nos vamos al norte en dos, tres años ya hicimos algo, si esque de verdad nos dedicamos a trabajar, a pensar por la familia, por nuestrofuturo (octubre de 2006, Mississippi).Entonces, aunque el trabajo de la tierra les da lo necesario para alimentarseno es suficiente, los jóvenes necesitan dinero para construir sus casas 14 y comprarproductos básicos como jabón, azúcar, aceite, harina para hacer pan, ropa, zapatos,herramientas de trabajo. Además, la migración introduce en los pueblos zapatistasnuevos deseos y nuevas necesidades, muchos jóvenes aspiran a adquirir ciertosbienes de consumo que hasta ahora les eran prescindibles e inaccesibles, pero quepoco a poco están siendo valorados e incorporados a la vida comunitaria mediantelas remesas de la migración.En el fondo, este debate nos permite ver cómo la migración inevitablementeintroduce al interior de las comunidades disputas simbólicas en torno al tipo devida que se aspira, a lo que se considera imprescindible para vivir, al tipo de objetosy actividades que se valoran. En cierta medida, estas disputas se expresan tambiéncomo una disputa generacional entre la primera generación de zapatistas y susdescendientes. Para ilustrar esta situación presento a continuación dos testimoniosa contrastar, el primero es de don Rómulo, 50 años, zapatista convencido desde eltiempo de la clandestinidad; el segundo es de su hijo Ernesto, también zapatistaconvencido pero con <strong>otras</strong> aspiraciones:Los jóvenes ya es otra su idea, ya no es la misma que nosotros, entonces, aunquenosotros pensemos que nuestra idea es la buena, ellos ya están pensando en14Casi todos los jóvenes que emigran se plantean como objetivo hacer una “casa buena”, decemento y no de madera.469

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