Informe sobre la salud en el mundo 2005 ¡Cada madre y ... - eFaber

6Informe sobre la salud en el mundo 2005culturales y económicos adversos de la sociedad, en especial en el entorno que lassociedades crean para las mujeres» (12). En el recuadro 1.1 se resumen algunos de loshitos importantes en el establecimiento de los derechos de la mujer y el niño.Desde esta perspectiva, más politizada, la relativa falta de poder de decisión de laRecuadro 1.2¿Por qué invertir dinero público en atención sanitariapara madres y niños?Los Estados modernos garantizan a las madres,los recién nacidos y los niños una serie dederechos sanitarios que se fundamentan enconvenios de derechos humanos. Asegurar elacceso de todos ellos a la atención de salud seha convertido en un imperativo moral y político,que tiene también una sólida base racional.Desde el punto de vista de la salud pública,un criterio importante para el establecimientode prioridades y la fi nanciación pública es queexistan módulos de intervención costoefi caces.En lo que respecta a la salud maternoinfantil,esos módulos están debidamente documentados(14, 15). Pero la costoefi cacia no es sinouno de los criterios que rigen las inversionespúblicas. Otros criterios comúnmente empleadosincluyen (16): la generación de externalidadespositivas; la producción de bienespúblicos, acompañada de la ley de rescate; yla posibilidad de aumentar la equidad y evitargastos catastrófi cos. Cualquiera de estos criteriospuede brindar por sí solo una condiciónsufi ciente para efectuar inversiones públicas.Cuando coinciden varios de ellos, como enlas intervenciones de salud maternoinfantil,la justifi cación para invertir dinero público esaún mayor.La atención sanitaria destinada a las madresy los niños produce efectos positivos obviosa través de la vacunación o el tratamiento delas enfermedades infecciosas propias de lainfancia y a través de la mejor salud del niñoque entraña la mejora de la salud materna.Se han llevado a cabo pocas investigacionessistemáticas sobre el capital humano, socialy económico generado por el mejoramientode la salud maternoinfantil, pero los efectosnegativos de la mala salud son evidentes.La salud de las madres es un determinantefundamental de la salud de sus hijos y, portanto, afecta indirectamente a la formación decapital humano. Los niños huérfanos de madremueren con mayor frecuencia, corren un mayorriesgo de padecer malnutrición y tienen menosprobabilidades de ser escolarizados (17, 18).El bebé de una mujer embarazada que estáenferma o desnutrida es más propenso a padecerinsufi ciencia ponderal (19–21) y problemasde desarrollo (19, 22–24). Además, los niñoscon bajo peso al nacer corren un mayor riesgode morir o sufrir infecciones y retrasos de crecimiento(25), obtienen resultados inferiores enlas pruebas cognitivas (26–28) y pueden tenermayores probabilidades de padecer enfermedadescrónicas en la edad adulta (29, 30).Los niños sanos son imprescindibles para laformación de capital humano. Las enfermedadesde la infancia y la malnutrición reducen eldesarrollo cognitivo y el rendimiento intelectual(31–33), así como la escolarización y la asistenciaa clase (34, 35), lo que redunda en detrimentodel rendimiento escolar fi nal. El retrasodel crecimiento intrauterino y la malnutricióndurante la primera infancia tienen efectos alargo plazo en la estatura y la fuerza corporal(36, 37), con repercusiones en la productividaden la edad adulta.Además, con la muerte o enfermedad de unamujer la sociedad pierde a un miembro cuyo trabajoy cuyas actividades son esenciales para lavida y la cohesión de la familia y la comunidad.Las madres sanas tienen más tiempo y estánmás disponibles para la interacción social y lacreación de los vínculos que son indispensablespara la formación de capital social. Asimismo,desempeñan un importante papel social al cuidarde las personas enfermas.Los costos económicos de la mala saludmaternoinfantil son elevados (38); es probableque se logren ahorros sustanciales en losgastos futuros por medio de programas de planificación familiar (39, 40) e intervenciones quemejoren la salud de la madre y el niño a largoplazo. Los consiguientes avances en lo que respectaal capital humano y social se traducen enbenefi cios económicos a largo plazo (41). Estádemostrado que las inversiones destinadas ala inmunización (42), a programas de nutrición(41, 43), a intervenciones para reducir el bajopeso al nacer (36) y a programas integrados dedesarrollo sanitario y social (44, 45) reportanganancias económicas.Los programas de salud de la madre y elniño también son excelentes candidatos pararecibir fi nanciación pública porque producenbienes públicos. Aunque muchas intervencionesde salud maternoinfantil pueden clasifi -carse como bienes privados, los programasintegrales también incluyen componentes talescomo información sobre la anticoncepción, lasalud y los derechos sexuales, la lactanciamaterna y la asistencia al niño, que sin lugara dudas constituyen bienes públicos. Por otrolado, la ley de rescate, que confi ere prioridad alas intervenciones que salvan vidas, se aplicaa muchas intervenciones relacionadas con lasalud maternoinfantil.Por último, la asignación de fondos públicospara la atención de salud maternoinfantil sejustifi ca por motivos de equidad. La maternidady la infancia son periodos caracterizados poruna vulnerabilidad particularmente elevada,que requieren «cuidados y asistencia especiales»(19); también son periodos de altavulnerabilidad porque las mujeres y los niñostienen mayores probabilidades de ser pobres.Aunque se dispone de escasa documentaciónsistemática que demuestre que están sobrerrepresentadasentre los pobres (46), lasmujeres tienden a estar desempleadas conmayor frecuencia, cobrar sueldos más bajos,tener mayores difi cultades para acceder a laeducación y los recursos, y gozar de un poderde decisión más restringido, factores todosque limitan su acceso a la asistencia sanitaria.Las inversiones públicas en atención de saludmaternoinfantil están justifi cadas para corregirestas desigualdades.Por otro lado, en los lugares donde las mujeresy los niños representan una proporciónimportante de la población pobre, subvencionarlos servicios de salud a ellos destinados puedeser una estrategia efi caz para redistribuir losingresos y mitigar la pobreza (14). Los problemasde salud entre madres y niños, en particularla aparición de complicaciones obstétricasimportantes, son en gran medida imprevisiblesy pueden dar lugar a gastos catastrófi cos (47)capaces de sumir a las familias en la pobreza.El riesgo de incurrir en gastos catastrófi cosconstituye a menudo un factor disuasorio parasolicitar oportunamente asistencia sanitaria;esto representa, desde un punto de vista tantotécnico como político, un argumento de peso enpro de la realización de inversiones públicas.