El proceso de evolución de los Andes septentrionales ha estado enmarcado, desde el Jurásico superior/Cretácico inferior (hace aproximadamente 163 millones de años), por los procesos propios de la tectónica de placas y la deriva continental, responsables de la orogenia, el vulcanismo y los movimientos tectónicos que han originado la conformación actual del territorio nacional. Es así como Suramérica ha cambiado constantemente su posición respecto a los demás bloques o continentes (alejándose de unos y acercándose a otros); también ha cambiado en este viaje su posición respecto a la línea ecuatorial y a los polos (magnético y geográfico). La línea de costa se ha transformado y desplazado desde la zona del escudo hasta su posición actual. Desde el Jurásico se inició un fuerte y continuo movimiento de los continentes que determinó las regiones tectónicas en el mundo. La deriva continental es la causa principal de la existencia de las principales regiones sísmicas y volcánicas del planeta. Con la conformación de la zona de subducción del océano Pacífico y de acreción continental se inicia el proceso de levantamiento de las tres cordilleras, en su orden, la Central, la Oriental y la Occidental, las cuales están aún en proceso de levantamiento y transformación. La actual configuración geológico-estructural del país se debe a procesos y manifestaciones de gran magnitud y poder de transformación de la superficie terrestre. Los procesos sísmicos, tectónicos y volcánicos han dado origen a volcanes activos, localizados en su totalidad en la cordillera Central, como los complejos volcánicos del Ruiz-Tolima, Coconucos y del sur de Colombia y norte de Ecuador. En cuanto a aspectos tectónicos y estructurales, Colombia se encuentra afectada por múltiples y complejos sistemas de fallas geológicas activas de importancia regional, a las cuales se deben distintos centros sismogénicos que representan una grave amenaza para vidas Paisaje en el nacimiento del río el Chico, Belmira, Antioquia. Cortesía archivo Corantioquia. 20 Generalidades de Colombia
e infraestructura. Por otra parte, estos sistemas pueden incidir en la génesis de yacimientos minerales y estructuras para petróleo. Cabe destacar los sistemas de fallas de Guaicaramo y del borde llanero, en la vertiente y piedemonte oriental de la cordillera Oriental; la falla Bucaramanga-Santa Marta, en el núcleo de la cordillera Oriental; la falla de Oca y la de Cuisa, en la península de La Guajira; la falla Salinas en el valle del río Magdalena y la cordillera Oriental, y la falla Mulatos en el valle del río Magdalena y la cordillera Central; las fallas de Palestina y Romeral, sobre la cordillera Central; la falla de Uramita, en la cordillera Central y mar Caribe; el sistema de fallas del Cauca-Patía, entre las cordilleras Central y Occidental; los sistemas de fallas de Remolino-Charco, el Tambor, Garrapatas, Murindó y Atrato, en la cordillera Occidental, el litoral Pacífico y parte del valle del río Cauca. Debido a las características de la evolución geológica del territorio colombiano fue posible la formación de diversos tipos de yacimientos minerales de tipo metálico, no metálico y energético. En cuanto a macrorregiones, en Colombia se encuentran los recursos minerales que se mencionan a continuación. Se destacan por su importancia los minerales reportados y nuevos, y diferentes yacimientos en todo el territorio nacional, cuya posibilidad de existencia y descubrimiento es promisoria. En la cordillera Occidental se dan minerales como oro, plata y platino; materiales de construcción (gravas, arenas y arcillas); carbón, yeso, calizas, dolomita, mármol, manganeso, cuarzo y mercurio. En la cordillera Central hay abundancia de oro y plata; materiales de construcción (gravas, arenas y arcillas); carbón, grafito, micas, feldespato, talco, barita, asbesto, calizas, mármol, azufre, dolomita, estaño, aluminio, plomo, zinc, mercurio, manganeso y cobre. En la cordillera Oriental los principales minerales son el petróleo, el asfalto y el carbón. Se hallan además materiales de construcción (gravas, arenas y arcillas); piedras preciosas como esmeraldas; uranio, calizas, hierro, roca fosfórica, zinc, yeso, sal, micas, feldespato, oro, plata, cobre y plomo. En el valle del Magdalena hay minerales como petróleo y carbón, materiales de construcción (gravas, arenas y arcillas); oro, hierro, roca fosfórica y yeso. En el valle del río Cauca existe carbón, materiales de construcción (gravas, arenas, arcillas) oro, mercurio, estaño, hierro, cobre, plomo, zinc y calizas. En la región Caribe, específicamente en la Sierra Nevada de Santa Marta y la península de La Guajira se encuentra carbón, gas, materiales de construcción (gravas, arenas y arcillas), calizas, yeso, sal, roca fosfórica, talco, grafito, hierro, titanio, cobre, ferroníquel, cromo, oro y plata. En los denominados Llanos Orientales-Escudo Guayanés (Orinoquia y Amazonia) los principales minerales son petróleo, gas, asfalto y carbón; los materiales de construcción son gravas, arenas y arcillas, y también hay oro, hierro, uranio, sal, yeso y cuarzo semiprecioso. Finalmente en los territorios insulares se dan calizas. Los grandes nudos y macizos montañosos constituyen estrellas fluviales importantes, y es por ello que el sistema fluvial colombiano está estrechamente asociado a las características estructurales y orográficas de las diferentes regiones. La orientación, altura y disección transversal de las cordilleras, así como los regímenes de lluvia, han dado lugar a la conformación del complejo sistema de cuencas y vertientes hidrográficas gracias al cual el país posee un extraordinario potencial hidroenergético. El centro hidrográfico más importante es el Macizo Colombiano o Estrella Fluvial Colombiana. Allí tienen su origen los ríos Magdalena, Cauca, Caquetá y Guachicono, afluente del Patía, y otras corrientes menores tributarias de las anteriores. El río Magdalena corre entre las cordilleras Central y Oriental, y el río Cauca, entre las cordilleras Central y Occidental. Otros centros hidrográficos importantes son la Sierra Nevada de Santa Marta, los nudos Atlas de páramos de Colombia 21