26.02.2017 Views

Artículos 2009 en El Mundo de Eduardo del Campo

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

11/12/2016 Orbyt ­ QUIOSCO PRENSA<br />

«Dijimos "anda, déjalo, que no ti<strong>en</strong>e dos hostias y no lo vamos a linchar". Pero t<strong>en</strong>dríamos que haberle dado». <strong>El</strong> chico<br />

aña<strong>de</strong> que Miguel y Samuel empezaron a v<strong>en</strong>ir al barrio <strong>de</strong> Marta, Tartesos, junto a la estación <strong>de</strong> Santa Justa, porque<br />

t<strong>en</strong>ían conocidos <strong>en</strong> un recinto resid<strong>en</strong>cial con piscina y v<strong>en</strong>ían a bañarse <strong>en</strong> verano.Precisam<strong>en</strong>te, el hermano <strong>de</strong> Miguel<br />

se había comprado un acomodado piso aquí, y el abuelo y los tíos <strong>de</strong> Samuel eran vecinos <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> Marta y socios<br />

<strong>de</strong> la asociación vecinal Tur<strong>de</strong>tania, que había presidido el abuelo <strong>de</strong> la chica. Así se conocieron.<br />

<strong>El</strong> chaval <strong>de</strong>l bloque, <strong>de</strong> 17 años, alumno <strong>de</strong>l instituto Antonio Machado (don<strong>de</strong> estudió el periodista), <strong>en</strong>seña <strong>en</strong> la página<br />

<strong>de</strong> Tu<strong>en</strong>ti un primer plano <strong>de</strong> víctima y victimario: Marta apoyada <strong>en</strong> Miguel, que luce unos sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tes ojos azules.<br />

Usaba l<strong>en</strong>tillas para seducir. Se las puso también la última tar<strong>de</strong> que quedó con Marta. Dic<strong>en</strong>, como si fuera una evid<strong>en</strong>cia<br />

criminal, que ligaba mucho, que salía con varias chicas a la vez, que cuando cortó con Marta se <strong>en</strong>rolló con su amiga.<br />

<strong>El</strong> estudiante recuerda que se referían a él como «Migue el Pe<strong>de</strong>», <strong>de</strong> pe<strong>de</strong>rasta, porque le gustaban las chicas m<strong>en</strong>ores,<br />

las adolesc<strong>en</strong>tes o niñas gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong> 14 años. La realidad es que él, <strong>en</strong> cambio, apar<strong>en</strong>taba m<strong>en</strong>os <strong>de</strong> sus 19. <strong>El</strong> padre <strong>de</strong><br />

Marta lo ha <strong>de</strong>finido como un «asaltacunas».<br />

También dic<strong>en</strong> <strong>de</strong> él que era muy cariñoso, que se ganaba pronto el afecto con su aura <strong>de</strong> chico solo y huérfano, pero que<br />

era extremadam<strong>en</strong>te celoso. Los amigos <strong>de</strong> Marta han contado que, una vez, ella le prestó una camiseta <strong>de</strong> Miguel a otro<br />

chico y dijo que le s<strong>en</strong>taba mejor que a él. Se sintió tan herido que exigió que le <strong>de</strong>volvieran la pr<strong>en</strong>da y la quemó.<br />

NOVIA DE 14 AÑOS<br />

De este <strong>en</strong>orme edificio <strong>de</strong> 12 plantas (vivía <strong>en</strong> la décima) salió Marta <strong>en</strong>tre las 17 y las 18 horas <strong>de</strong>l 24 <strong>de</strong> <strong>en</strong>ero tras<br />

<strong>de</strong>cirle a su madre que t<strong>en</strong>ía que resolver un asunto con Miguel. Aclarar los com<strong>en</strong>tarios que él estaba difundi<strong>en</strong>do sobre<br />

ella, según la Policía.<br />

Miguel trabajaba <strong>en</strong> una subcontrata limpiando un bingo <strong>de</strong>l barrio <strong>de</strong> Los Remedios, al que llegaba puntual a las 5 <strong>de</strong> la<br />

madrugada.Un día su jefe, Juan, lo invitó a comer a casa. La hija, Rocío, <strong>de</strong> 14 años que parec<strong>en</strong> más, y el convidado<br />

empezaron a salir.La madre <strong>de</strong> la casa, Soledad, invitó al huérfano a vivir con ellos. Esa relación <strong>en</strong>tre Miguel y Rocío,<br />

iniciada <strong>en</strong> noviembre, se solapaba con la amistad romántica que mant<strong>en</strong>ía con Marta.Pue<strong>de</strong> que fuera <strong>de</strong> este asunto <strong>de</strong>l<br />

que quisieran hablar.<br />

En la moto <strong>de</strong>l jov<strong>en</strong>, una scooter Yamaha Aerox <strong>de</strong> color rojo, tuneada con neones azules <strong>en</strong> los bajos, fueron al paseo<br />

fluvial bajo el Pu<strong>en</strong>te <strong>de</strong> Triana. Después, con la excusa <strong>de</strong> darle unos CD, según el <strong>de</strong>t<strong>en</strong>ido, se fueron a su piso <strong>de</strong> León<br />

XIII, don<strong>de</strong> Marta ya había estado otras ocasiones. Allí se produjo la discusión que acabó con su muerte. <strong>El</strong> <strong>de</strong>tonante, <strong>de</strong><br />

acuerdo al testimonio <strong>de</strong>l acusado, fue que Marta le pidió que <strong>de</strong>jara a su actual novia y retomara la relación con ella.<br />

La pobre Marta, que como tantos miles <strong>de</strong> adolesc<strong>en</strong>tes leía <strong>en</strong> esos días Crepúsculo, súper v<strong>en</strong>tas sobre romances <strong>de</strong><br />

seductores vampiros juv<strong>en</strong>iles, ya no está aquí para dar su versión.<br />

­Quillo, date prisa, que nos van a ver.<br />

En cuanto cae la noche, peatones y ciclistas <strong>de</strong>saparec<strong>en</strong> y el pu<strong>en</strong>te secundario que une Sevilla con Camas sobre el<br />

Guadalquivir parece una boca <strong>de</strong> lobo. Int<strong>en</strong>to imaginar aquí sus voces <strong>de</strong> excitación y miedo. Sus cerebros inyectados <strong>de</strong><br />

adr<strong>en</strong>alina, como cuando juegan a la Playstation <strong>en</strong> casa <strong>de</strong>l Samu.<br />

­Quillo, v<strong>en</strong>ga, que va a v<strong>en</strong>ir algui<strong>en</strong>.<br />

Me los imagino bi<strong>en</strong> porque chavales como ellos hay miles <strong>en</strong> mi barrio. De hecho son <strong>de</strong> mi barrio y fueron al mismo<br />

colegio que yo. Fibrosos, adultos legalm<strong>en</strong>te aunque aún inmaduros, hombres <strong>en</strong> formación. O niños <strong>de</strong>formados. En<br />

cambio, me cuesta mucho imaginármelos haci<strong>en</strong>do esto, sobre las 22.30 horas <strong>de</strong> aquel 24 <strong>de</strong> <strong>en</strong>ero: Miguel, el Migue,<br />

bajito, <strong>de</strong>lgado, guapito, acaba <strong>de</strong> matar hace dos horas a su ex novia, a su amiga Marta. Según su confesión, le ha<br />

estampado un solo golpe <strong>en</strong> el parietal <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la cabeza con un c<strong>en</strong>icero <strong>de</strong> cristal. Y sus amigos <strong>de</strong>l alma, Samuel,<br />

también 19 años, y Javi, 15, apodado el Cuco, han acudido solícitos a su llamada <strong>de</strong> socorro para <strong>de</strong>shacerse <strong>de</strong>l cadáver,<br />

http://quiosco.elmundo.orbyt.es/hemeroteca/buscador.aspx 2/3

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!