Artículos 2009 en El Mundo de Eduardo del Campo

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SEVILLA
EL MUNDO. MIÉRCOLES 6 DE MAYO DE 2009
Los padres del joven apuñalado en la
Feria ofrecen su perdón a los acusados
«Prefiero que mi hijo haya sido muerto a que él haya matado», dice la madre adoptiva
EDUARDO DEL CAMPO / Sevilla
Hay en el recibidor de su casa de Gines
una foto del día en que Juan
Fernando Martínez hizo la primera
comunión, sonriente con su traje de
fiesta. Junto a él cuelgan otros retratos
de sus hermanos Moisés y
Reina; los tres fueron adoptados por
los nuevos padres que lo dieron todo
por ellos, Jorge y Reyes. Esa cara
de niño pervive aún en la del joven
de 19 años que mira de frente
en la foto que le tomaron este año:
guapo y con la vida entera por delante.
La perra está nerviosa, dicen
que siente mucho su ausencia.
«Qué paradójico, lo trajimos de
Medellín creyendo que así escaparía
de la violencia, y ha muerto violentamente
en la Feria de Sevilla», dice
con una impresionante paz interior
Jorge Martínez, el padre. Han pasado
cuatro días desde que mataron a
su hijo mediano de una puñalada en
el corazón, cuando se enfrentó a los
que le acababan de robar la chaqueta
a su amigo, en la madrugada del
viernes, cerca del recinto ferial.
Sí, es una paradoja terrible que
aquel niño abandonado de tres años,
delgadito «como una rana» por la infancia
sufrida, al que fueron a recoger
a la ciudad colombiana de Medellín,
donde los asesinados cada año
se cuentan por cientos, haya encontrado
la muerte en la pacífica Sevilla,
donde los homicidios anuales se
cuentan con los dedos de las manos.
Comprensión
Pero los padres, miembros desde hace
32 años de la comunidad cristiana
del Camino Neocatecumenal, los
conocidos como kikos por su fundador,
Kiko Argüello, creen que el destino
trágico de su hijo lo ha escrito
Dios. En lugar de pedir justicia o jurar
venganza, ofrecen abiertamente
su perdón al supuesto homicida,
Juan Antonio L.V., de 21 años, a su
Los padres del joven apuñalado en la Feria, Juan Fernando Martínez, ayer en su casa de Gines. / CONCHITINA
acompañante también encarcelado,
MartínS.B.,de29años,yalosotros
tres acusados, de entre 22 y 24.
«Viendo su cuerpo en el tanatorio,
hemos visto en su cara una sonrisa,
una serenidad, como si hubiera perdonado
y estuviera en paz. Era un
ángel, estaba guapísimo. Si él ha
perdonado, ¿por qué no vamos a
perdonar nosotros? La Justicia y la
Policía han actuado. No sé cuántos
años pasarán en la cárcel, no me importa.
Pero lo que queremos nosotros
es que estas personas cambien
y sean útiles para la sociedad, que
se reinserten. Damos este testimonio
porque hay gente que dice que
Miguel hizo llamadas al móvil de
Marta cuando ya estaba muerta
Los investigadores creen que el asesino confeso quería
asegurarse una coartada por recomendación de su hermano
Viene de pág. S1
Miguel, en su última versión del
crimen, manifestó que entre él y
el menor de edad Javier G.M.
abusaron sexualmente de Marta,
la estrangularon y luego arrojaron
el cuerpo a un contenedor hacia
las 21.15 horas del día 24 de
enero.
El informe policial recoge que
Miguel realizó desde su móvil dos
llamadas al de Marta, una a las
4.36 horas y otra a las 5.22 horas
de la madrugada del día 25, lo que
hace sospechar a la Policía que las
hizo por consejo de su hermano
mayor para «buscar una posible
coartada» puesto que a esa hora
«la menor ya había fallecido, circunstancia
que conocían ambos
hermanos».
En cuanto al hermano mayor
también encarcelado, Francisco
Javier D.M., la Policía dice que a
las 20.41 horas del día 24 llamó a
su novia desde el repetidor de la
calle Mar Caspio, lo que lo sitúa
en el domicilio de León XIII donde
se produjo el crimen, pero a las
21.01 horas llamó a su ex esposa
desde la antena de la Carretera de
Carmona, próxima al domicilio de
esta mujer, con la que cenó a continuación.
Francisco Javier realizó luego
varias llamadas canalizadas por
los repetidores ubicados en las
proximidades del bar del barrio
de Nervión donde pasó la madrugada
trabajando.
Hacia las 4 horas regresó a su
casa de León XIII, se enteró de
que estaban buscando a Marta y
entre las 4.30 y 4.57 horas llamó
cinco veces a su hermano a través
del repetidor correspondiente a
ese domicilio.
Samuel B.P., que, según la Policía,
ayudó a Miguel a deshacerse
del cuerpo de Marta, recibió llamadas
entre las 21.24 horas del
día 24 y la 1.13 horas de la siguiente
madrugada que lo sitúan
en la barriada de Montequinto de
Dos Hermanas, lo que confirma
su declaración de que no se trasladó
a Sevilla hasta las 2.20 horas
Miguel Carcaño.
los cuelguen, o los linchen o los condenen
a cadena perpetua, y nosotros
no creemos en esta clase de justicia,
nosotros creemos en el amor y
la misericordia de Dios», dice el padre.
Jorge, empleado en la recepción
del hotel Don Paco de Sevilla, y
Reyes dieron amor, educación y un
hogar a sus tres hijos adoptados.
Ahora que les falta uno, su familia
está «rota», pero dicen que la sostiene
su fe y el rezo de sus allegados.
¿Y si un día sonara el teléfono y
fueran los acusados, o sus padres?
Jorge Martínez dice que los recibiría
aquí, en su casa. Reyes dice que también
se reuniría con los acusados, pero
fuera. «Prefiero que mi hijo haya
sido muerto a que haya matado. Yo
les daría a esas madres que están sufriendo
unas palabras de esperanza,
para que se las den a sus hijos».
La madre de Juan Fernando vive
esta experiencia traumática como
una misión religiosa, la de dar testimonio
de su fe puesta a prueba por
la tragedia. «Siento a Dios muy cerca,
tan cerca que tengo a mi hijo con
Él. Hago como la Virgen, que mataronasuhijoynosepusoadecir
‘¡hijos de puta, cabrones!’, sino que
se fue con los apóstoles a predicar.
Me siento muy identificada con María,
porque una espada ha atravesado
mi corazón». Coge la foto y la llena
de besos. «Qué guapo eres, hijo».
Pero su hijo mayor, Moisés, de 23
años, al que fueron a adoptar cuando
tenía tres a la selva del Chocó, en
Colombia, disiente del mensaje de
perdón que ofrecen sus padres, hoy
una palabra en desuso. «Mamá, tú
tienes que pedir justicia, porque si
no a los tres días están en la calle».
Reyes, en cambio, dice que no,
que el perdón ofrecido al criminal es
«un sello» que lo marcará para
siempre obligándolo a cambiar y a
no volver a causar el mal nunca.
«Espero que Dios baje al infierno de
estos muchachos», dice sobre los
detenidos. «Mamá, que no», replica
desde las escaleras su hijo. Moisés y
Reina se han quedado sin hermano.
Las muestras de solidaridad son el
«Creímos sacarlo de la
violencia de Colombia
y ha muerto de forma
violenta en Sevilla»
bálsamo que, junto a la fe, los sostiene
estos días, como la visita del policía
que socorrió a la víctima y detuvo
al agresor, o el apoyo de sus compañeros
de comunidad religiosa, en
el barrio trianero de San Gonzalo.
Una multitud los arropó en el entierro
en Gines, cuyo ayuntamiento
decretó tres días de luto. El lunes
guardaron un minuto de silencio en
el instituto El Majuelo, donde Juan
Fernando (delgado, no muy alto,
amante del carnaval, la guitarra, el
fútbol, la vida) estudió hasta que dejó
los libros. Hizo un curso de carpintería,
pero con la crisis no se pudo
colocar. Tenía una novia desde hace
un año, e innumerables amigos, que
ahora vienen a su casa para pedirles
algún objeto o prenda suya de recuerdo,
o acuden a visitar su tumba.
«Era muy amigo de sus amigos,
hasta el punto de que ha dado la vida
por ellos», dice con orgullo de padre.
Para él, el niño de la foto de comunión
no ha muerto: «Creemos
que después de esta vida hay una vida
eterna, y que él está vivo y con el
Señor».
para unirse a la búsqueda de Marta.
El informe recoge una llamada
de Miguel a Samuel a las 00.11
horas del día 25, con una duración
de un minuto y medio, que
Miguel hizo desde el repetidor de
Camas y Samuel recibió a través
del situado en Dos Hermanas.
La Policía resalta entre las contradicciones
de Samuel que declaró
haberse trasladado de Dos
Hermanas a Sevilla hacia las 2.20
horas del día 25 en un autobús de
línea en el que dijo haber viajado
solo con otro muchacho.
Dice el informe que el conductor
encargado de dicho trayecto
declaró haber trasladado a unas
cuarenta personas, pero el listado
aportado por la empresa concesionaria
recoge que sólo hicieron
uso de dicho servicio seis viajeros.
Las diligencias judiciales en torno
a la desaparición y muerte de
Marta del Castillo podrían estar
próximas a cerrarse, una vez que la
semana pasada dejó de buscarse su
cadáver en el vertedero de Alcalá
de Guadaíra. El juez no ha ordenado,
desde entonces, la reanudación
de la búsqueda ni en el río ni en
ningún otro lugar, ni ha llamado a
declarar de nuevo a los implicados.
Impreso por Eduardo Delcampo Cortés. Prohibida su reproducción.