13.05.2018 Views

Blaze!

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar... Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse. No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada. Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible. https://blaze.000webhostapp.com

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar...

Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse.

No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada.

Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible.

https://blaze.000webhostapp.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

¡Qué loco y tétrico…! Al menos te salvaste –felicitó <strong>Blaze</strong>, palmoteando fuertemente la espalda del<br />

oráculo.<br />

¡Auch! Fue suerte el que sobreviviera, me agaché rápidamente por reflejo y vi como Abelard<br />

pasaba por sobre mí –gimoteó Albert, sintiendo la palma de la maga en su espalda, ahora<br />

enrojecida por el golpe.<br />

No llores… Entonces, ¿podemos decir que el campesino tenía un nivel de energía mágica que le<br />

hizo experimentar tal vivencia con el corazón o…? –planteó <strong>Blaze</strong>, pensando en las palabras recién<br />

escuchadas.<br />

¿Era realmente un charlatán? –replicó Albert.<br />

No creo que fuera el caso, ¿quién robaría algo totalmente inútil a un campesino embustero y no<br />

se vengaría por el engaño? –dijo <strong>Blaze</strong>, dejando en claro lo que haría si le sucediera tal cosa.<br />

Esa eres tú, <strong>Blaze</strong>, no todos se quieren vengar del mundo por… –respondió Albert, callándose al<br />

notar que sus palabras podrían ser respondidas con una golpiza.<br />

Bueno, digo, ¿qué otra cosa podría ser el detonante de la actividad del corazón sino la energía<br />

mágica? Era sólo un campesino que al tocar la roca sentía todo eso, no hizo nada en particular, al<br />

menos no decía nada de eso, y los otros individuos que intentaron probar no sintieron nada…<br />

¿decía en qué lugar la encontró? –preguntó la maga, uniendo los cabos sueltos de la narración.<br />

En una zona rural del reino del dios Sol –referenció Albert, recordando el escrito.<br />

Genial, detrás de las montañas, lugar por el que deseo que pasemos –comentó feliz la maga,<br />

sonriendo, atemorizando a Albert–. Vámonos de aquí, podemos seguir con la búsqueda, tienes<br />

buena memoria, yo recordaría la mitad de lo que me contaste.<br />

<strong>Blaze</strong> se acercó a Weiss para indicarle como proceder con su sobrina, que para el siguiente día<br />

estaría desintoxicada de la rara hierba consumida.<br />

Señor Weiss, debemos irnos, ahora le indicaré cada cuanto tiempo debe hacerle beber la infusión<br />

a su sobrina, si sigue todo al pie de la letra, mañana se encontrará totalmente curada –habló la<br />

maga, disponiéndose a despertar a Dælilik.<br />

Gracias, <strong>Blaze</strong>, pero no puedo dejarlos ir. Ustedes son parcial, por no decir completamente<br />

culpables de lo que sucedió en la gran biblioteca de Libër, deben ser enjuiciados como corresponde<br />

por nuestras autoridades –acusó Weiss, quien había llamado secretamente hace rato a guardias<br />

de la ciudad para que detuvieran a la pareja, los que llegaron justo cuando ellos intentaban<br />

retirarse, bloqueando la puerta de la vivienda.<br />

Pero señor Weiss, el que inició el incendio fue Abelard… –justificó Albert, intentando evitar un<br />

arresto injusto, según su parecer.<br />

Sí, pero el demonio iba detrás de ustedes –subrayó Weiss, culpabilizándolos por el accionar del<br />

ente sobrenatural.<br />

104

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!