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Blaze!

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar... Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse. No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada. Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible. https://blaze.000webhostapp.com

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Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse.

No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada.

Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible.

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encontrar algo que hacer. La gente caminaba por la amplia calle empedrada, sumidos en sus<br />

conversaciones y pensamientos, ajenos al contratiempo de la maga.<br />

¡¿Desea dominar a una bella dama?! ¡con su pinta, yo me contrataría!, ¡usted quiere eliminar a sus<br />

enemigos, tiene cara de tener demasiados!, ¡¿consultas al más allá?!, ¡puedo hacerle ganar mucho,<br />

pero mucho dinero!, ¡¿alguna obra imposible que desee realizar?! –exclamó <strong>Blaze</strong>, mientras se<br />

abalanzaba sobre distintas personas, como si fuera un colibrí picoteando diversas flores–. ¡Lo que<br />

sea, gratis, no se aglomeren por favor!<br />

Los citadinos miraron extrañados a la maga, desconfiando de sus inoportunos ofrecimientos,<br />

alejándose lentamente de la mujer. Ante la insistencia de la muchacha, el tumulto comenzó a<br />

apurar el paso y los que fueron pequeños murmullos se convirtieron en gritos de espanto, seguidos<br />

de una despavorida estampida humana. <strong>Blaze</strong> quedó sola, en medio de la calle, abatida por su<br />

fracaso.<br />

De seguir así, nunca lograré mi cometido… –musitó la joven, arrojándose al piso de rodillas.<br />

¡Hey, tú! –gritó un hombre, apuntando a <strong>Blaze</strong>–. ¡No te muevas!<br />

¿Qué? –respondió la maga con desgano al ver al viejo enfundado en su colorido traje, en el que<br />

destacaba el estandarte de la ciudad–. ¡Un guardia de la ciudad! –exclamó mentalmente, sin darse<br />

cuenta de que se encontraba ya rodeada de varias puntiagudas y plateadas lanzas.<br />

<strong>Blaze</strong> fue detenida por los guardias de la ciudad, por haber causado pánico entre los habitantes<br />

con sus ofertas, y fue encerrada en la cárcel local, hasta que se evaluara su situación.<br />

Tengo hambre, ¿con quién debo hablar para que me liberen? –preguntó la joven a su carcelero, el<br />

que ni le dirigió la mirada, acostumbrado a ese tipo de peticiones por parte de sus prisioneros–.<br />

¡No tengo tiempo, al menos podrías mirarme cuando te hablo!<br />

El carcelero se levantó de su asiento, aproximándose a la gruesa reja de la prisión para permitirle<br />

el paso a un pequeño hombre, de lívidas facciones, como si estuviera enfermo.<br />

Es culpa del agua –dijo el hombre antes de que la muchacha emitiera cualquier palabra, notando<br />

un dejo de preocupación en ella en el momento que le vio–. Tengo entendido que eres una<br />

hechicera y eso es lo que me extraña, con tus poderes ya deberías ser libre, ¿por qué no has<br />

escapado aún?<br />

Porque estoy en búsqueda de una tarea y no me basta con sólo librarme del cautiverio, ¿señor…?<br />

Lumbarest, del ayuntamiento de Erocrets, ¿señorita…?<br />

<strong>Blaze</strong>, sólo <strong>Blaze</strong>, por favor.<br />

Bueno, seño… <strong>Blaze</strong>, puede que de esta situación salgamos beneficiados los dos, si accedes a<br />

realizar un trabajo para nosotros, quizás puedas compatibilizarlo con la tarea que buscas realizar.<br />

Hable, señor Lumbarest.<br />

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