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Blaze!

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar... Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse. No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada. Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible. https://blaze.000webhostapp.com

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Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse.

No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada.

Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible.

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¡¿QUIÉN ERES?! –exclamé con furia extrema y sed de venganza, asustando a algunos demonios<br />

menores que desaparecieron hacia el plano astral, escondiéndose en vibraciones menores.<br />

Soy quien necesita aquellas rocas –respondió la sombra–. Encuéntralas.<br />

Recuerdo haber gritado pidiendo explicaciones, sin recibir respuesta alguna, cesando mi alboroto<br />

al asumir que había quedado solo. Con los años me acostumbré a habitar entre los humanos y los<br />

demonios, aprendiendo de estos últimos todas sus tretas y técnicas, volviéndome uno de ellos.<br />

Después de mucho buscar, encontré la primera de las rocas solicitadas, apareciendo frente a mí un<br />

portal que me transportó a la guarida de la sombra.<br />

Ha pasado un poco de tiempo –saludé, fulgurando rabia, centelleando frente a la sombra.<br />

Te has vuelto casi completamente un demonio, Bhasenomot. Has ganado algo de fuerza también,<br />

pero no debería ser, te he alimentado lo suficiente para que te mantengas, no para… –comentó la<br />

sombra, callándose al notar que la iba a interrumpir.<br />

¡Renegaba de los demás que sucumbían ante tales prácticas, pero de alguna forma recuperaré mi<br />

fuerza y te mataré, aunque tenga que caer así de bajo! –exclamé, explotando en furia,<br />

descontrolado–. Aquí tienes tu mierda de roca…<br />

Lancé con desprecio la roca y salí por la puerta que separaba las distintas dimensiones, volviendo<br />

al mundo que ahora me cobijaba, calmando mi frustración con el limpio aire que me rodeaba. La<br />

sombra tomó la roca, depositándola en un pedestal que se formó de la nada, mirándola<br />

profundamente.<br />

Bhasenomot, hola, ¿aún continúas buscando esas malditas piedras? Te dije que son una pérdida<br />

de tiempo, amigo –saludó un demonio que conocí años atrás–. No te servirán de nada.<br />

¿A qué te refieres, Naugier? –pregunté, sentándome en el piso, prefiriendo charlar un rato para<br />

olvidar el enojo de lidiar con la sombra, además de tratar entender el interés de esta por las rocas.<br />

Esas rocas son trozos del corazón del único ser divino, reaccionan a la energía mágica cambiando<br />

de forma, eso lo debes saber, yo también he encontrado algunas antes, pero parece ser que sólo<br />

los humanos son capaces de utilizarlas para realizar ciertas hazañas mágicas –respondió Naugier–.<br />

Es por la naturaleza de nuestra energía mágica, no podemos acceder al potencial de la piedra,<br />

aunque eso no es ningún problema para nosotros, somos intrínsecamente más fuertes, no<br />

necesitamos tales baratijas…<br />

Los años pasaron y las rocas fueron apareciendo espaciadamente, la mayoría de las veces<br />

unitariamente, aunque algunas veces se encontraban en mayor cantidad, entregándoselas a la<br />

sombra apenas las encontraba, quien las apilaba unas sobre las otras, observándolas en silencio,<br />

como si estuviera decidiendo que hacer con ellas. Repentinamente, la sombra me llamó para<br />

asignarme nuevas y urgentes instrucciones.<br />

Bhasenomot, esta mujer no puede apoderarse de ninguna de mis rocas, no debes permitirlo. Si<br />

fallas en tu misión, morirás inmediatamente –comunicó la sombra, mostrando una vaporosa<br />

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