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Blaze!

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar... Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse. No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada. Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible. https://blaze.000webhostapp.com

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar...

Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse.

No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada.

Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible.

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un joven, pero esto no era más que una treta. Su cuerpo llevaba años sin poder moverse por su<br />

propia cuenta, sus gastadas articulaciones ya no respondían a los mandatos del hombre, además<br />

de que sus músculos no contaban con la fuerza necesaria para seguir cargándolo. Sin embargo, se<br />

movía como un mozuelo, flotando en el aire para desplazarse a pocos centímetros del suelo (su<br />

larga sotana le ayuda a ocultar esto), moviendo sus esqueléticos brazos con conjuros recitados<br />

mentalmente.<br />

Deberías cubrirte más… –respondió Echleón, tomando el pergamino con sus temblorosas manos y<br />

poniéndolo al trasluz, leyéndolo ávidamente con sus acartonados y negros agujeros oculares.<br />

Gracias, <strong>Blaze</strong>, cómo estás, yo bien… –parloteó la joven, ante la vehemente recepción de su<br />

maestro, alejándose del dueño de casa.<br />

Gracias –respondió el cadavérico mago con su boca inmóvil, su barba no permitía ver si movía los<br />

labios para emitir sonidos.<br />

Por nada –susurró gravemente <strong>Blaze</strong>, intentando imitar al viejo–. Pero, pero… ¿qué haces? No, no,<br />

¡no!<br />

Echleón levantó su brazo hasta alcanzar la antorcha encendida en la habitación, quemando el<br />

pergamino que le había entregado la muchacha, reduciéndolo a cenizas, mirando profundamente<br />

a su aprendiz. <strong>Blaze</strong> se espantó un segundo, pensando en lo fútil de su trabajo, pero recordó que<br />

su maestro contaba con una mente prodigiosa, reteniendo momentáneamente en su memoria<br />

cualquier texto que leyera con tan sólo una lectura.<br />

Oh, es verdad –comentó, aliviada, casi ruborizándose por su error.<br />

Sí, es verdad –asintió el maestro con desdén, sacudiendo la cabeza en señal de desaprobación y<br />

limpiando las cenizas de su añosa mano–. ¿te costó recuperarlo?<br />

Tal pregunta dio rienda suelta a <strong>Blaze</strong>, contándole con lujo de detalles sus recientes aventuras al<br />

siempre oyente y meditabundo Echleón, recibiendo silbidos afirmativos como respuestas, mientras<br />

este se desplazaba de un lado a otro del cuarto, tomando libros, leyendo algunos y escribiendo en<br />

otros.<br />

Y después de exorcizar a aquellos muchachos me vine directamente hacía acá –finalizó la hechicera,<br />

cerrando su monólogo, tragando saliva para refrescar su garganta.<br />

Ya hablaremos de lo que hiciste bien y mal, ahora deberías subir a descansar –apuntó el anciano,<br />

depositando su aplanado trasero en la silla negra, cansado del ajetreo que le produjo el leer y<br />

transcribir el extinto pergamino.<br />

¿Qué hice mal? –preguntó impulsivamente la muchacha, como si le hubieran lanzado el peor de<br />

los improperios.<br />

Descansa –dictaminó Echleón, terminando la conversación.<br />

Está bien, sé lo importante que es el descanso… –respondió <strong>Blaze</strong>, conociendo el actuar del viejo<br />

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