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Blaze!

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar... Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse. No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada. Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible. https://blaze.000webhostapp.com

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Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse.

No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada.

Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible.

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nuevamente a su cuerpo, observando su reflejo, sintiéndose un espectro sacado a la fuerza de su<br />

tumba, notando la inscripción tallada en su frente.<br />

Datiel… ¿qué has hecho? Responde, ¿qué me has hecho? –preguntó Amira, agarrando a su esposo<br />

por el cuello de su túnica, sacudiéndolo con fuerza ante la evasiva mirada del hombre–. No, no te<br />

has atrevido a… me has condenado, maldito, nos has condenado a los dos al fuego eterno, jugaste<br />

a ser dios creando una monstruosidad para sentirte acompañado… ¡Me has convertido en un<br />

monstruoso gólem!<br />

Amira golpeó a Datiel en el rostro, produciéndole un hematoma en su mejilla, mandándolo a volar<br />

por la fuerza de la cachetada, dejándolo inmóvil en el piso.<br />

Soy un monstruo, Datiel, te he matado, te maté –murmuró Amira, horrorizada ante su fortaleza,<br />

saltando por una ventana al exterior.<br />

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~<br />

<strong>Blaze</strong>, ¿es cosa mía o todos acá son un poco… narigones? –preguntó Albert, acercándose a su<br />

señora para emitir la última palabra, caminando por las calles del pueblo Nivkhar.<br />

Sí, es cosa de su etnia, sé respetuoso, recuerda que estamos buscando un gólem, no quieres<br />

enemistarte con ellos –murmuró la joven hechicera con una mueca, sin dejar de mirar hacia el<br />

frente.<br />

¡Perdón! –exclamó Albert, percatándose de su irrespetuoso trato con los habitantes del pueblo–.<br />

¡<strong>Blaze</strong>, cuidado!<br />

La hechicera no alcanzó a reaccionar ante la advertencia de su escudero, siendo pateada<br />

fuertemente en el rostro por uno de los pies de Amira, quién había saltado unos segundos antes<br />

desde el tercer piso de la casa que compartía junto a su esposo mientras vivía, haciendo que <strong>Blaze</strong><br />

se arrastrara por el suelo, huyendo del lugar al pensar que había matado a otra persona con su<br />

nueva e incontrolable fuerza, llorando desconsoladamente.<br />

¿<strong>Blaze</strong>, estás… viva? –preguntó Albert, temeroso ante la quietud de la maga, picándole la espalda<br />

con la vaina de su katana.<br />

La joven yacía tendida en el bello terreno empedrado del pueblo, con un pie marcado en su cara,<br />

inmóvil. Albert decidió acercarse para intentar despertar a su señora, pero un aura infernalmente<br />

caliente rodeó a <strong>Blaze</strong>, quien se levantó del piso con mirada furibunda.<br />

¿Quién… fue? –pregunto la maga a Albert, que se había escondido rápidamente al sentir la calurosa<br />

ráfaga que emitió la maga.<br />

¡Amira! –gritó Datiel, apoyado en el marco de la ventana del tercer piso de su vivienda, mirando<br />

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