13.05.2018 Views

Blaze!

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar... Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse. No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada. Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible. https://blaze.000webhostapp.com

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar...

Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse.

No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada.

Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible.

https://blaze.000webhostapp.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Masca esto y levántate, hoy saldremos a caminar –respondió <strong>Blaze</strong>, entregándole un pequeño cubo<br />

prensado hecho de hierbas medicinales–. Te hará efecto después de unos minutos, entretanto,<br />

aguántate el dolor.<br />

La maga parecía estar de malas, presentándose callada y respondiendo escuetamente. El oráculo<br />

mascó con ahínco la medicina, sintiendo los efectos en el tiempo esperado, aliviándose casi<br />

completamente su aflicción. Caminaron por horas, deteniéndose solo para merendar algunas de<br />

las cosas que amablemente Jern les ofreció, formándosele ampollas en los pies al desacostumbrado<br />

Albert. Cuando llegó la noche, el trabajo realizado tampoco arrojó resultados positivos, regresando<br />

a casa del herrero con las manos vacías.<br />

No creo que encontremos metal de esta manera –comentó Albert, mirando el cielo de la casa–.<br />

Será mejor que intentemos buscar dinero de otra forma y regresar a comprar después.<br />

¿Es que no lo ves? –preguntó <strong>Blaze</strong>–. Esto es parte de tu entrenamiento también, no te das cuenta,<br />

pero de esta manera la cantidad de energía mágica que posees y tu control sobre ella aumenta,<br />

me lo agradecerás en el futuro.<br />

No me quejo, ya ni siquiera me duele la cabeza al realizar tantas consultas, pero creo que estamos<br />

perdiendo tiempo valioso en tu búsqueda del corazón –aclaró Albert, con los ojos cerrados.<br />

No te preocupes por eso, no hay látigo que nos esté golpeando para avanzar más rápido, si Echleón<br />

se muere esperando no es mi culpa, ya está muy viejo y debería descansar sus gastados huesos –<br />

calmó la maga–. Te lo dije, yo te haré un hombre de…<br />

Albert soltó un largo y profundo ronquido, callando el discurso de su señora, quien se acostó<br />

mirando hacia la pared opuesta, disponiéndose a dormir. Los días pasaron y las largas indagatorias<br />

para encontrar lo prometido por <strong>Blaze</strong> se extendieron por casi dos semanas, hasta que dieron con<br />

lo que parecía ser una gran roca incrustada en la ladera de un cerro, debiendo cavar por tres<br />

extensas jornadas para dar con ella.<br />

¡Al fin encontramos algo, sí! –gruñó Albert, cubierto de tierra, botando al piso la pala que utilizó<br />

para ayudar a cavar.<br />

Pero esto es una roca gigantesca, ni siquiera es una mina como <strong>Blaze</strong> dijo –arguyó Jern, mirando<br />

con desdén la roca–. Además, si hubiera hierro acá, entre toda la tierra que paleamos deberíamos<br />

haber encontrado pequeñas piedras con óxido y no hallamos nada, solo polvo apilado sobre esta<br />

piedra.<br />

¿Cuáles fueron tus palabras, oráculo? –preguntó <strong>Blaze</strong>, confiada en que lo declarado por su<br />

escudero eran palabras fidedignas.<br />

Escondida bajo su propio estruendo desde el comienzo, engañará hasta al más experto al<br />

desconocer su gélido centro, encontrarás lo prometido si sabes buscarlo –parafraseó Albert, sin<br />

pausas, respondiendo a su señora.<br />

¿Y eso que significa? –preguntó Jern, confundido.<br />

111

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!