13.05.2018 Views

Blaze!

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar... Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse. No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada. Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible. https://blaze.000webhostapp.com

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar...

Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse.

No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada.

Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible.

https://blaze.000webhostapp.com

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

¡Gracias! Perdóname por dormirme así, no pude aguantar más… Awwn… Bueno… ¿Cuál fue tu<br />

decisión, entonces? –preguntó Albert después de bostezar y antes de ponerse a comer ávidamente.<br />

Pequeño Albert… –comentó <strong>Blaze</strong> en forma de suspiro, agarrándose las sienes con una mano–. Ya<br />

te di mi respuesta, si hubiera sido otra, habrías despertado solo y sin cobija, para que hablar del<br />

desayuno a la cama…<br />

Entonces, ¿sí? –preguntó el muchacho con ojos llenos de esperanza y la cara llena de migas.<br />

No sé si estaré siendo muy sutil o este tipo es retrasado –pensó <strong>Blaze</strong>, echando la cabeza para atrás<br />

e intentando calmarse para no gritarle, mal que mal, igualmente le ayudó mucho con su repentina<br />

enfermedad del día anterior–. Sí, Albert, sí.<br />

¡Qué bien, gracias! –exclamó eufórico, recuperando el color normal de su rostro.<br />

¡Pero! Obviamente tengo mis condiciones. Número uno: andarás al paso que yo determine, y te<br />

advierto, no espero a nadie; número dos: comerás lo que logremos comprar y/o cazar, sin hacerle<br />

asco a nada; número tres: entrenarás, no necesito un lastre o una doncella en apuros que me<br />

retrase en mis quehaceres, que no son muchos, pero son mi prioridad; número cuatro,<br />

importantísimo: cuando sea tiempo de baño o de otro tipo de necesidades, aléjate un par de<br />

kilómetros de mí, te pilló husmeando y te juro que te saco los ojos de una patada en la nuca;<br />

número cinco: me pareces buena persona, pero si veo que esto no funciona, cada uno seguirá su<br />

camino, así que veamos que tan lejos nos lleva la vida y esperemos que vaya todo bien. ¿Estás de<br />

acuerdo con todos mis requisitos? –aclaró e interrogó <strong>Blaze</strong>, dejándole la palabra al hombrecito.<br />

La verdad es que… no esperaba menos de ti cuando hablaste de condiciones; de hecho, me imaginé<br />

cosas peores y … –relató Albert, desviándose del tema, deteniéndose por la penetrante mirada de<br />

<strong>Blaze</strong>.<br />

¿Alguna objeción? Es simple, responde sí o no –preguntó la maga, al borde de un ataque de ira.<br />

Sí, sí, sí… Digo, no, ninguna objeción, de ninguna manera, acepto todo lo que me pidas, no me<br />

mates, por favor… –afirmó Albert, casi evaporándose por la caliente aura que desprendía <strong>Blaze</strong>.<br />

Entonces, podemos dar inicio a nuestro viaje y, como primera tarea oficial, debemos idear una<br />

forma para buscar el corazón del único divino ser o como se llame –decretó <strong>Blaze</strong>, extendiendo la<br />

mano a Albert, quien la apretó con firmeza para demostrar su compromiso con su señora,<br />

recibiendo un apretón decenas de veces más fuerte–. ¿A quién crees que le estás apretando la<br />

mano?<br />

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~<br />

¿Cómo encontrar un artefacto mágico que no emite energía, que no sabemos como luce y que no<br />

sabemos donde está? –planteó <strong>Blaze</strong>, apoyando su mejilla derecha sobre su correspondiente mano,<br />

mirando hacía el techo de una de las habitaciones que arrendaron para pasar la noche.<br />

¿Sabemos realmente si existe? Digo, estamos basando nuestra búsqueda en un mito sin pruebas<br />

87

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!