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Blaze!

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar... Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse. No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada. Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible. https://blaze.000webhostapp.com

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar...

Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse.

No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada.

Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible.

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Capítulo 22 – Juego de espadas.<br />

Yo que tú ni reclamaría por el relleno, mira esos grabados tan detallados en las grebas y avambrazos,<br />

sin mencionar que el casco que te entregaron está hermoso, aunque fuera fabricado para un niño<br />

–comentó <strong>Blaze</strong>, admirando las piezas metálicas que le entregaron como pago por la gigante roca<br />

llena de hierro que encontraron, burlándose del diminuto yelmo que más parecía sombrero para<br />

el frío que otra cosa–. La otra opción que nos ofrecieron era buena también, pero esperar más de<br />

cuatro meses por solo esas protecciones no vale la pena.<br />

A pesar del relleno y del calor que produce, se sienten muy bien, son ligeras, aunque me gustaría<br />

haber conservado la espada que me regalaron –protestó Albert, desenvainando un poco la katana<br />

que tiempo atrás obtuvo la maga, observando la pulida hoja–. Se ve que es filosa.<br />

Sin reclamos, dije. Además, nunca logré acostumbrarme a esa espada extranjera, me gustan las<br />

hojas rectas y con doble filo, como esta –describió <strong>Blaze</strong>, desenfundando su nueva arma blanca,<br />

fabricada también con los mejores materiales y técnicas–. Ya te infundiré más tarde con mi Inner<br />

Explotion, querida.<br />

Los camaradas siguieron su travesía hacia las montañas que flanquean al reino del dios Sol,<br />

caminando animosamente por el interior de un bosque con un piso cubierto de coloridas hojas, las<br />

cuales ocultaban los baches del virgen sendero. Cuando los pies de <strong>Blaze</strong> se hundían más de la<br />

cuenta en el camino, saltaba hacia lugares más elevados y firmes, como por ejemplo troncos o<br />

rocas que sobresalían de entre el follaje caído; pero en el caso de Albert, ocurría lo contrario,<br />

quedándose atrapado en los hoyos, doblándose las articulaciones de las piernas, resintiéndose su<br />

transitar.<br />

Ahora no se sienten tan ligeras –comentó Albert, apuntando las grebas con sus labios,<br />

impulsándose para avanzar entre las plantas del bosque.<br />

Ya te acostumbrarás, imagínate, cargo con mucho más peso que tú y me muevo como una gacela<br />

–animó <strong>Blaze</strong>, al menos eso intentó hacer antes de destacar sus animales habilidades.<br />

Eso explica mucho –comentó el oráculo, sin malicia alguna.<br />

¿Me podrías decir qué cosa explica?, ¿ah? –requirió la maga, malentendiendo las palabras del<br />

escudero.<br />

¡La costumbre, sólo eso! No pienses que dije que te comportabas como un animal o algo parecido…<br />

–respondió con premura, diciendo lo que no debía decir.<br />

¿¡Qué!? –gritó <strong>Blaze</strong>.<br />

Desde el interior del bosque huyeron volando unos pocos pájaros asustados por un golpe seco<br />

asestado en el rostro del pobre Albert.<br />

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