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Blaze!

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar... Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse. No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada. Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible. https://blaze.000webhostapp.com

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Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse.

No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada.

Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible.

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Capítulo 2 - Pelea de espadas.<br />

¡La batalla ha terminado! ¿O no?<br />

La calma vuelve a la taberna, al menos para <strong>Blaze</strong>, que sube su capa por sobre las hombreras de<br />

su media armadura, de la que sólo se ven algunos relieves del grabado que comienza en la espalda<br />

de ésta. Su pecho está cubierto por una camisa blanca y una cota de malla, ambas recortadas a la<br />

altura de los hombros, mientras que en su cintura descansa un cinturón para cargar sus dos<br />

espadas. Su retaguardia está cubierta por un pequeño y ajustado pantalón de cuero, sus largas y<br />

poderosas piernas solamente están protegidas por unas plateadas y brillantes grebas, atadas con<br />

correas de cuero sobre las fibrosas pantorrillas de la chica. En los antebrazos luce unos delgados<br />

avambrazos, que dan la impresión de ser ornamentales más que defensivos. La maga se sienta<br />

nuevamente frente a la barra y pide una segunda cerveza…<br />

¡Uf…! –suspiró <strong>Blaze</strong>, apartando un mechón de su cabello, al mismo tiempo que recibía la nueva<br />

jarra con cerveza. Miró de reojo al viejo, que estaba levantando al recién “exorcizado” joven, y se<br />

percató de que los otros hombres presentes en la taberna tenían sus miradas clavadas en ella–.<br />

¿Qué miran, depravados? –masculló, tragando su bebida, evitando el contacto visual–. ¿QUÉ<br />

ESTÁN MIRANDO? –exclamó, harta de la indeseada atención, girándose hacia los individuos y<br />

moviendo su lengua como si fuera una pequeña y revoltosa serpiente.<br />

<strong>Blaze</strong> dejó la paga de lo consumido en la barra y se levantó para irse del lugar. Gente que caminaba<br />

fuera de la taberna escuchó un gran estruendo de corta duración, seguido de una pequeña<br />

humareda que se filtraba por la entrada del local. La puerta se abrió desde el interior, y de ella<br />

emergió una tiznada muchacha diciendo “se lo merecían”.<br />

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~<br />

En una alejada y escondida cabaña en las afueras de la ciudadela habita un anciano leñador. El día<br />

comienza temprano para él, tala unos cuantos árboles, les retira las ramas y carga los troncos en<br />

la carretilla en la que cargó sus pocas pertenencias hace ya muchos años, cuando conoció a una<br />

niña que estaba siendo molestada por unos fastidiosos adolescentes…<br />

¡Ileana! ¿Qué te trae por aquí? –dijo el viejo en forma de saludo.<br />

Te he dicho que no me llames por mi nombre, viejo Bel –replicó <strong>Blaze</strong>–. Voy de camino a la otra<br />

ciudad y no he dormido nada en día y medio, déjame reposar en tu casa…<br />

Por supuesto, es tu casa también. Ahora voy al mercado a ofrecer mi leña, nos vemos en la tarde –<br />

respondió Bel, alejándose con su carretilla, la que debía tirar manualmente a falta de animal de<br />

carga.<br />

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