13.05.2018 Views

Blaze!

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar... Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse. No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada. Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible. https://blaze.000webhostapp.com

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar...

Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse.

No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada.

Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible.

https://blaze.000webhostapp.com

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

¿Ese es un…? –consultó Albert, olvidando momentáneamente el nombre del ave mitológica.<br />

Es un fénix, lo mandé a grabar después de que me fabricaran las hombreras, son parte de un<br />

hechizo –contó la maga.<br />

<strong>Blaze</strong> posó su mano en la pieza dañada, lo que hizo que el grabado del ave de fuego se encendiera<br />

con ígneo color, animándose, soltando flamas con un aleteo del fénix, las que volaron en dirección<br />

al corte que Albert causó, fundiendo localmente el metal, juntando nuevamente las partes<br />

separadas, reparando la hombrera. El joven pensó alucinar por cansancio ante tal espectáculo de<br />

renacimiento.<br />

Genial, ¿cierto? Estas hombreras adosadas a un torso las mandé a hacer en el pueblo de los<br />

herreros que visitamos, pero no sólo están fabricadas con metal, también cuentan con un<br />

ingrediente secreto extra: cenizas de un fénix recién fallecido –esclareció <strong>Blaze</strong>, dejando atónito a<br />

Albert, quién caminó en cuatro patas para observar de cerca la encendida figura grabada antes de<br />

que se apagara completamente.<br />

¿Son reales entonces? –preguntó el muchacho, revisando el lugar donde debería estar el corte,<br />

encontrando la zona indemne.<br />

¿Eres capaz de predecir el futuro de la gente y dudas de la existencia de los fénix? –ironizó la maga–.<br />

Son reales y dificilísimos de encontrar, supieras las travesías que tuve que realizar para encontrar<br />

ese maldito y candente polvo de pájaro muerto.<br />

¡Guau! No puedes comparar, esto es otra cosa, nací con esta capacidad, para mí es normal, pero<br />

ver un ave mitológica es distinto, es como ver un dios a la cara u otra cosa parecida –manifestó el<br />

muchacho, sorprendido como un niño pequeño.<br />

No son gran cosa. En realidad, son bastante feos, sobre todo al final de sus días, son como gallinas<br />

desplumadas listas para hacer sopa –describió <strong>Blaze</strong>, desilusionando al maravillado Albert–.<br />

Dejando esta preciosidad de lado, debes seguir con tu entrenamiento.<br />

Después de enfrentarse con las armas, pasaron a luchar cuerpo a cuerpo, enseñándole como<br />

asestar y detener golpes, además de algunas llaves para reducir oponentes. El primer día de<br />

entrenamiento culminó, y los sudados jóvenes tomaron turnos para lavar sus cuerpos en el fresco<br />

arroyo, juntándose nuevamente a cenar bajo el árbol que los cobijaría todas las noches mientras<br />

estuvieran a los pies de la montaña.<br />

Muero de hambre, me duele todo, pero no me importa, quiero comer nada más –declaró Albert,<br />

tomando la tripa rellena, sacando desde su interior un trozo de carne ahumada, comiendo sin<br />

ningún decoro.<br />

Parece que comienzas a entender como funciona el mundo –comentó <strong>Blaze</strong>, comiendo<br />

pausadamente, ya que para ella el día estuvo tranquilo.<br />

Lo único que entiendo es que después de llenarme, dormiré como nunca –respondió Albert, con<br />

la boca llena de carne, bebiendo agua para no atorarse.<br />

118

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!