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Blaze!

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar... Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse. No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada. Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible. https://blaze.000webhostapp.com

Esta es la historia de Blaze, la más grande guerrera que podrás encontrar...

Entrenada en artes esotéricas y militares por sus maestros Echleón y Bel, respectivamente, Blaze recorre las tierras medievales en la búsqueda de aventuras y peligros a los que enfrentarse, en parte para pasar el tiempo y también para perfeccionarse.

No hay mal que se le resista, tampoco bien que le aguante, la verdad es que es mejor no cruzarse en su camino, sobre todo si está enojada.

Sigue aquí sus peripecias, aprende un poco de sus habilidades y conoce a los demás personajes que le harán la vida imposible.

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¿Y entrar dentro de su cuerpo astral? –preguntó la maga.<br />

Eso sería posible, pero bastante improbable. Para lograr eso, tu cuerpo astral debería encogerse<br />

hasta el tamaño de los conductos presentes en su cuerpo sutil. Sin embargo, puedes romper tu<br />

propia matriz etérica, destruir la unión de tu mente, de tu alma, el precioso cordón de plata. Es<br />

muy peligroso –mencionó Echleón, desaprobando el planteamiento–. Morirás antes que él.<br />

Aun así, lo haré, al menos lo intentaré –contradijo <strong>Blaze</strong>, cerrando los ojos para concentrarse y<br />

lograr desdoblarse.<br />

¡No lo hagas, <strong>Blaze</strong>! –gritó el anciano, desapareciendo del lugar, cansado por haber utilizado su<br />

magia a tan larga distancia, regresando a la silla dispuesta bajo la sombra del árbol.<br />

Echleón rezongó en su asiento, volviendo a sentir su entumecido cuerpo físico.<br />

Estúpida chiquilla, arriesgar todo de ese modo –dijo Echleón, molesto por la impulsividad de su<br />

discípula–. Pase lo que pase, no me queda más que esperar.<br />

Ahora, a descubrir donde está mi límite –susurró <strong>Blaze</strong>, concentrándose para salir nuevamente de<br />

su cuerpo.<br />

El cuerpo astral de la maga quedó flotando sobre Albert, quien yacía echado en el piso, respirando<br />

sonoramente, casi roncando, sin saber que su vida peligraba con cada minuto que pasaba.<br />

¿Y qué hago ahora? No conozco técnica alguna o hechizo que me ayude a alterar mi cuerpo astral<br />

–dijo <strong>Blaze</strong>, flotando con sus translúcidas piernas cruzadas–. Intentaré meterme a la fuerza,<br />

Echleón no puede tener la razón siempre…<br />

<strong>Blaze</strong> presionó fuertemente su frente contra la cabeza de Albert, intentando introducirse a presión,<br />

siendo rechazada por el cuerpo astral oculto en el cuerpo del malogrado muchacho.<br />

¡Maldición! Como lo odio, siempre tiene la razón, viejo de mierda –blasfemó la joven, agarrándose<br />

la cabeza con las manos–. La presión astral es muy fuerte, es prácticamente como si le hubiera<br />

dado un cabezazo… Presión astral, presión, ¡ya sé con qué encogerme! ¡Ethereal Fortress!<br />

<strong>Blaze</strong> quedó rodeada por una esfera energética utilizada normalmente como defensa ante ataques<br />

externos, volviendo a preguntarse qué hacer.<br />

Entonces… debería encoger la Ethereal Fortress conmigo dentro, fortaleciendo a su vez el campo<br />

protector para que no colapse por la presión interna… probaré con un pequeño incremento de<br />

poder… –dijo <strong>Blaze</strong>, tanteando la situación, sintiendo como era apretada por su propio hechizo–.<br />

Eso no se sintió tan mal, sólo debo encoger hasta llegar al tamaño de un conducto del cuerpo sutil…<br />

La fortaleza etérea se contrajo gradualmente, presionando el cuerpo astral de <strong>Blaze</strong> contra las<br />

ovaladas paredes, produciendo un leve tintineo que se acrecentó a medida que el espacio se<br />

reducía, volviéndose una ensordecedora estridencia al disminuir visiblemente el tamaño. El cuerpo<br />

de la maga se acomodó al área interior del campo protector, haciéndose más pequeño, flotando<br />

holgadamente dentro del diminuto ovalo, concentrándose una cálida luz azulada en el medio de su<br />

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