Historia Universal
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Caracterización de los países del tercer mundo.<br />
El Tercer Mundo es un concepto derivado de las nuevas relaciones internacionales<br />
surgidas de la Segunda Guerra Mundial que designa de manera un poco tardía<br />
(mediados de la década de los cincuenta) a aquellas naciones que comenzaron a<br />
liberarse de un pasado colonial y que buscaban un sitio en el escenario mundial que<br />
resultara justo y equitativo. Sin embargo, la confrontación Este-Oeste protagonizada por<br />
un conjunto de países adheridos a una determinada ideología (capitalismo y socialismo)<br />
impidió que estos otros -africanos, asiáticos y latinoamericanos- llegaran a generar<br />
BLOQUE 4<br />
Glosario:<br />
Paradigma:<br />
Quiere decir modelo,<br />
patrón, ejemplo.<br />
verdaderas posibilidades de desarrollo autónomo y, al mismo tiempo lograsen mantenerse al margen de los conflictos<br />
derivados de la Guerra Fría. De este modo, la aspiración liberalizadora y no alineada del Tercer Mundo a estos dos<br />
bloques, se convirtió en una confrontación entre un norte próspero e industrializado y un sur pobre y atrasado. De esta<br />
primera fase de lo que se conoce como países del Tercer Mundo se pasó al reconocimiento de lo que después se<br />
conoció como «subdesarrollo» o «en vías de desarrollo».<br />
Las implicaciones de las revoluciones de 1989 en Europa del Este no sólo se proyectan al espectro político de<br />
América Latina, ni derivan, exclusivamente, en lecciones contundentes para los movimientos de izquierda de cualquier<br />
signo (comunismo ortodoxo, socialdemocracia, populismo estatista o guerrillas radicalizadas). Es verdad que la<br />
pérdida de los objetivos programáticos del socialismo agudizó la crisis ideológica de este fin de siglo, pero ésta se<br />
acentuó en aquellos países menos desarrollados, donde los proyectos políticos, tendentes a definir e instrumentar las<br />
reformas económicas y sociales que restituyeran las condiciones materiales de vida, se encontraban en un estado de<br />
inmadurez, y cuando prosperaban con ciertas dificultades, simplemente fracasaron, bien por el acoso dominante de<br />
los países capitalistas y las oligarquías<br />
locales, o bien por la alineación estéril con el<br />
bloque socialista.<br />
¿Una ciudad de segundo o de tercer mundo?<br />
Este efecto de pinza, que sujeta a las<br />
naciones del Tercer Mundo entre un<br />
paradigma declinante y un capitalismo de<br />
mercado puro, sólo se podrá anular si estas<br />
naciones emprenden un proceso de<br />
construcción de una nueva cultura política<br />
profunda en la pluralidad ideológica, la<br />
tolerancia y la democracia. No habrá otra<br />
manera de defender la soberanía nacional ni<br />
de ampliar el margen de autonomía relativa en<br />
los foros internacionales si estos países no se<br />
procuran un régimen de gobierno<br />
democrático y estable, con el fin de asumir<br />
sus tareas históricas con la suficiente<br />
solvencia moral y capacidad crítica que vayan<br />
más allá de la animadversión contra<br />
Occidente y su cabeza visible, los Estados<br />
Unidos.<br />
En el nuevo contexto internacional, el propio concepto de Tercer Mundo ha quedado vacío de significado pues en<br />
sentido estricto resulta inexacto al querer designar una comunidad de países que, de hecho, es un conjunto de<br />
naciones heterogéneas, donde algunas ni siquiera podrían responder a los principios de no alineación al que<br />
aspiraron talentosos políticos como Nehru y Tito. La extinción del «Segundo Mundo» representado por la esfera de<br />
influencia soviética, vino a diluir la identidad política e ideológica de este importante segmento, representado por los<br />
países menos desarrollados.<br />
Como ya se señaló, los primeros efectos de la terminación de la Guerra Fría se dejaron sentir, primero, en la<br />
reformulación de la política interna de estos países, anteriormente polarizada, para dar paso al debate democrático y<br />
a las reformas que requiere su proceso de desarrollo. Éste es el prerrequisito para que los países del Tercer Mundo se<br />
alejen de la retórica y puedan representarse a sí mismos ante la opinión pública mundial. Para algunos observadores,<br />
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