10.05.2013 Views

bernal, jose manuel - 10

bernal, jose manuel - 10

bernal, jose manuel - 10

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

este proceso de fragmentación, que afecta, como ya<br />

he indicado, a la totalidad del año litúrgico, es sobre<br />

todo fruto de una mayor sensibilidad histórica, alejada<br />

cada vez más de una concepción mistérico-sacramental<br />

de la fiesta.<br />

Además del testimonio un tanto oscuro del concilio<br />

de Elvira, encontramos ya a finales del siglo IV<br />

algunos datos claros que dan fe de la celebración de<br />

la ascensión del Señor el día cuarenta. San Juan Crisóstomo,<br />

predicando el día de pentecostés, entre<br />

386 y 398, dice:<br />

«Hemos celebrado hace poco tiempo la cruz, la pasión,<br />

la resurrección y en seguida la subida de nuestro<br />

Señor Jesucristo a los cielos. Hoy, finalmente, hemos<br />

llegado al término de estos beneficios al celebrar esta<br />

metrópoli de las fiestas, en presencia de los frutos prometidos<br />

por el Señor. Cuando yo me vaya, ha dicho, os<br />

enviaré otro paráclito; yo no os dejaré huérfanos» 20.<br />

En una homilía pronunciada en el 381 por Juan<br />

Crisóstomo encontramos una interesante enumeración<br />

de las principales fiestas del año litúrgico. El<br />

santo se refiere especialmente a la fiesta de navidad,<br />

a la que también llama «metrópoli de todas las fiestas».<br />

Pero el interés de este testimonio hay que centrarlo,<br />

sobre todo, en el hecho de que aquí aparece<br />

ya ampliamente configurada la constelación de fiestas<br />

que constituyen el año litúrgico:<br />

«Vamos a llegar a una fiesta, la más venerable y la<br />

más emotiva de todas, que podría ser denominada sin<br />

temor a equivocarse la metrópoli de todas las fiestas.<br />

¿De qué fiesta se trata? Del nacimiento de Cristo según<br />

la carne. De ella derivan, en efecto, la epifanía, la<br />

pascua santa, la ascensión y pentecostés» 21.<br />

A juzgar por algunos testimonios importantes,<br />

podemos asegurar igualmente que también en la<br />

Iglesia occidental comenzó a celebrarse en la misma<br />

época la fiesta de la ascensión del Señor a los cuarenta<br />

días de la pascua. Así lo da por supuesto Cromacia,<br />

obispo de Aquilea (entre los años 388 y 407),<br />

en un sermón pronunciado el mismo día de la ascensión:<br />

'" De sancta pel1tecoste. Homilía 2, 1: PG 50, 463.<br />

21 De beato Philogonio, VI, 3: PG 48, 752-753.<br />

144 PARA VIVIRELAÑOLITURGICO<br />

«La solemnidad que hoy celebramos no es una pequeña<br />

fiesta. En este día, en efecto, que es el día cuarenta<br />

después de la resurrección, como vuestra caridad<br />

acaba de escuchar en la lectura de hoy, nuestro<br />

Señor y Salvador, a la vista de sus discípulos allí presentes,<br />

subió a los cielos con su propio cuerpo» 22.<br />

No quiero omitir la cita de un importante testimonio<br />

que encontramos en una obra de Filastro,<br />

obispo de Brescia, sobre los herejes y compuesta<br />

probablemente entre los años 385 y 391. El testimonio<br />

que vaya citar habla sobre los ayunos que se observan<br />

a lo largo del año. Curiosamente, este escrito<br />

del obispo Filastro viene a confirmar el modo como<br />

hemos interpretado anteriormente el canon 43 del<br />

concilio de Elvira. Estas son las palabras del obispo<br />

de Brescia:<br />

«A lo largo del año se celebran en la Iglesia cuatro<br />

ayunos: primero en navidad, en segundo lugar en pascua,<br />

en tercer lugar en la ascensión, finalmente en<br />

pentecostés. En efecto, hay que ayunar para el nacimiento<br />

de nuestro Salvador y Señor lo mismo que en<br />

la cuaresma que precede a la pascua. También hay<br />

que ayunar para la ascensión, el día cuarenta después<br />

de pascua, y los diez días que siguen hasta pentecostés;<br />

y después igual» 23.<br />

Esta escisión que provoca la celebración de la<br />

ascensión a los cuarenta días, rompiendo la unidad<br />

de la cincuentena -del laetisinntnl spatium, como<br />

llamaba Tertuliano a este tiempo- va consolidándose<br />

progresivamente. Los testimonios son numerosos,<br />

tanto en oriente como en occidente. En el siglo<br />

V, la celebración de la ascensión del Señor a los cuarenta<br />

días de pascua se ha convertido ya en una<br />

práctica universal en toda la Iglesia, llegando incluso<br />

a reiniciarse el ayuno, como acabamos de ver, el<br />

mismo día de la ascensión.<br />

c) Pelltecostés, fiesta de la vellida<br />

del Espíritu Sallto<br />

El proceso de fragmentación o descomposición<br />

22 SemlO VIII, 1; Ch. d'Aquilée, Sennons 1: SC 154, Cerf,<br />

París 969,182-185.<br />

"F. de Brescia, DillerSan1111 Hereseol1 Liber, CXL, CC 9,304.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!