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paración a la pascua que dura tres semanas. Hecho<br />
extraño y exclusivamente romano. Sobre la existencia<br />
de esta preparación de tres semanas nos informa<br />
hacia el año 439 el historiador griego Sócrates:<br />
«Es fácil ver que los ayunos que se observan antes<br />
de pascua se guardan de modo distinto por unos y por<br />
otros, pues los que viven en Roma ayunan tres semanas<br />
seguidas antes de pascua, excepto el sábado y do-<br />
• 6<br />
mIngo» .<br />
A partir de esta noticia, parece claro que en Roma<br />
la preparación a la pascua ocupaba un período<br />
de tres semanas, con un ayuno diario, excepto sábados<br />
y domingos. Pero ¿a qué época se remonta esta<br />
institución prepascual de tres semanas?<br />
Algunos indicios demuestran la existencia de este<br />
ayuno prepascual de tres semanas y que estaba ya<br />
en uso a finales del siglo III, para desaparecer después<br />
entre el 354 y el 384. Los indicios son los siguientes.<br />
Por una parte, es sorprendente la forma<br />
como se denomina en algunas fuentes romanas el<br />
domingo quinto de cuaresma, llamándole «dominica<br />
in mediana» 7. Esa denominación está haciendo<br />
referencia a un estadio más arcaico en el que la preparación<br />
a la pascua contaba con tres domingos (correspondientes<br />
a los actuales 4, 5 Y Ramos) y, por<br />
tanto, con tres semanas. Sólo en ese caso el domingo<br />
V podía denominarse «dominica in mediana» o<br />
domingo «de en medio». Difícilmente podía denominarse<br />
de ese modo en el marco de los cuarenta<br />
días.<br />
Por otra parte, el eminente liturgista Antoine<br />
Chavasse ha demostrado que «las lecturas de la misa<br />
durante esas tres semanas forman un grupo tan<br />
coherente y tan independiente -se refiere al sistema<br />
de lecturas anterior a la reforma del Vaticano IIque<br />
aún siguen atestiguando la antigua autonomía<br />
de esos veintiún días de ayuno» 8. En efecto, es característico<br />
en esas tres semanas la lectura exclusiva<br />
6 Historia eclesiástica, 5, 22: PG 67, 634.<br />
70rdo Romanlls, XXVI y XXVIII.<br />
, La strllctllre dll carbne et les lectllres des messes qlladragésimales<br />
dans la litllrgie romaine: La Maison-Dieu 31 (1952)<br />
83.<br />
de una serie de perícopas joánicas. Esta tradición ha<br />
permanecido hasta nuestros días.<br />
Más aún: el Cronógrafo Romano de 354 nos ofrece<br />
unas fechas relativas a la celebración de la pascua<br />
que dejan suponer claramente una preparación de<br />
tres semanas. En efecto, el intervalo que nos ofrece<br />
el viejo calendario va del 8 de marzo al 18 de mayo.<br />
En ese intervalo justamente cabe una preparación<br />
pascual de tres semanas. Según ese cálculo, pascua<br />
caería ese año el 29 ó 30 de mayo e iría seguida de<br />
la cincuentena pascual. Todo ello nos demuestra que<br />
ese cálculo seguía siendo válido en 354. Por tanto, la<br />
Iglesia de Roma siguió manteniendo, por lo menos<br />
hasta esa fecha, la preparación pascual de tres semanas.<br />
La fijación de esas tres semanas estuvo motivada<br />
probablemente por el deseo de hacer coincidir la<br />
pascua con el inicio cronológico del año. En Roma<br />
el año comenzaba elide marzo. Por otra parte, la<br />
pascua no podía caer nunca antes del 22 de marzo.<br />
Teniendo en cuenta estas fechas, el mínimo de días<br />
que podían reservarse como preparación a la pascua<br />
era de 21 días; exactamente tres semanas. Es el<br />
tiempo que va del comienzo del año (l de marzo) al<br />
posible día de pascua más cercano (22 de marzo).<br />
Como se ve, la motivación es estrictamente local.<br />
Por eso la tradición de las tres semanas quedó reducida<br />
al ámbito del área litúrgica romana. Esta costumbre<br />
se pierde entre 354, fecha del Cronógrafo, y<br />
el 384, en que aparecen las primeras noticias sobre<br />
una preparación de cuarenta días. En efecto, en el<br />
385 el papa Siricio, en su carta a Himerio de Tarragana,<br />
alude ya a la existencia de la cuaresma en Roma.<br />
b) Primeros testimonios<br />
sobre la cuaresma romana<br />
Desde el año 332 tenemos noticia de la existencia<br />
de la cuaresma en oriente. En Roma, en cambio,<br />
no tenemos seguridad de la existencia de la cuaresma<br />
hasta el 385. El ayuno de tres semanas se alarga<br />
ahora a seis semanas. De esas seis semanas hay que<br />
restar los dos días últimos, viernes y sábado, que<br />
pertenecen al triduo pascual. Entonces quedan<br />
exactamente cuarenta días.<br />
PARA VIVIR EL AÑO LITURGICO 153