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bernal, jose manuel - 10

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gencia favorable de los astros, la suavidad del clima,<br />

la regularidad del sol, el nacimiento de la luna llena;<br />

observan el madurar de los frutos, el crecer de las<br />

plantas, el romper de las flores en los árboles y el nacimiento<br />

de los nuevos corderos en el rebaño. Es<br />

cuando toda la tierra se cubre de verdor, cuando los<br />

árboles florecen impacientes por volcarse hacia afuera<br />

y dar a luz sus frutos» s.<br />

Efectivamente, existe una antigua tradición hebrea,<br />

recogida por los escritores judíos de la escuela<br />

alejandrina, en concreto por Filón, que consideran<br />

la pascua como el aniversario de la creación. Según<br />

ellos, Dios creó todas las cosas en el mes de Nisán,<br />

que es e! primer mes del año según el calendario judío.<br />

Es el mes de la primavera y del reverdecer de los<br />

campos. Es, también, el mes de la pascua.<br />

Esta forma de interpretación de la pascua, de<br />

claras raíces teológicas, hay que entenderla en el<br />

marco de las relaciones entre la creación y la alianza.<br />

En este sentido hay que decir que la pascua no se<br />

sitúa en el mes de Nisán por ser éste el primer mes<br />

del año y aniversario de la creación. Por e! contrario,<br />

Nisán es el primer mes del año y el aniversario<br />

de la creación por celebrarse en él la fiesta de la pascua.<br />

Quiero decir que el tema de la creación hay que<br />

entenderlo en función de! tema de la pascua 6.<br />

El cristianismo ha recogido esta tradición judía<br />

y también ha establecido una vinculación estrecha<br />

de! tema de la creación al tema de la pascua. Además<br />

del Pseudo-Hipólito, a quien pertenece el texto<br />

citado anteriormente, hay que señalar también a<br />

Eusebio de Cesarea 7, estrechamente vinculado a la<br />

tradición alejandrina; a Cirilo de Jerusalén 8, quien<br />

dice abiertamente que la fiesta de pascua coincide<br />

'In sa11ctll11l pascha, 17; ed. P. Nautin, Honzélies pascales,<br />

l, París 1950, 144-146.<br />

6Este tema, referente a las relaciones entre pascua y creación<br />

en la tradición judía intertestamentaria, es ampliamente<br />

estudiado por R. Le Déaut, La l1uit pascale. Essai sur la sigl1i­<br />

{icatiol1 de la Paque juive apartir du Targllll1 d'Exode XII, 42,<br />

Rome 1963.<br />

7 De sollemnitate paschali, 3: PG 24, 699.<br />

'Catequesis XIV, <strong>10</strong>, ed. R. Cantalamessa, La Pasqua nella<br />

Chiesa amica, Turín 1978, <strong>10</strong>8.<br />

con el tiempo de la creación del cosmos; a Ambrosio<br />

de Milán 9 cuando afirma: «En primavera está la<br />

pascua, por la que he sido salvado; en verano pentecostés,<br />

en que celebramos la gloria de la resurrección<br />

a imagen de la eternidad»; y, por último, Gaudencio<br />

de Brescia <strong>10</strong>, que compara la creación primordial<br />

con la recreación de todas las cosas por la<br />

pascua de Cristo.<br />

A la luz de estos datos, la pregunta surge de nuevo,<br />

con mayor urgencia incluso que al principio: ¿es<br />

la pascua una fiesta de primavera? En realidad nos<br />

estamos preguntando por e! contenido de la fiesta<br />

de pascua. ¿Qué celebramos? ¿Celebramos el renacimiento<br />

periódico de la vida, de la energía y de la<br />

luz?<br />

Para responder adecuadamente a la pregunta<br />

hay que tener presente que el cristianismo es una religión<br />

histórica, cuyo punto de partida está constituido<br />

por una intervención libre y espontánea de<br />

Dios en la historia de Jos hombres. E] culto cristiano<br />

no celebra el rodar cíclico y permanente de las<br />

estaciones, sino esas intervenciones maravillosas y<br />

salvíficas de Dios en la historia que culminan en<br />

Cristo, en la plenitud de los tiempos. Esto hay que<br />

decirlo de cualquier celebración cristiana, pero especialmente<br />

de la pascua.<br />

Es cierto, sin embargo, que e! entorno cósmico<br />

de la fiesta de pascua, celebrada en e! plenilunio de<br />

primavera, confiere a esta solemnidad un colorido<br />

especial y unas resonancias cósmicas que no pueden<br />

pasar inadvertidas. Resonancias, por otra parte, que<br />

la teología y la predicación cristianas han utilizado<br />

por motivos eminentemente pedagógicos. Es indudable<br />

que el fenómeno cósmico de la primavera, en<br />

cuyo marco se celebra la pascua, y las referencias a<br />

la creación primordial ofrecen al predicador unas<br />

analogías impresionantes con el contenido salvífica<br />

y regenerador de la pascua. Por otra parte, hay de<br />

por medio un inapreciable ingrediente lírico que ni<br />

el predicador ni la liturgia cristiana pueden pasar<br />

por alto.<br />

'Explicación del Eval1gelio de Lucas <strong>10</strong>,34: CSEL 82, 1.<br />

"'Sobre el Exodo 1,3.<strong>10</strong>.13: CSEL 68,19-21.<br />

PARA VIVIR EL AÑO LITURGICO 75

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