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En el Sacramentario de Verona encontramos un<br />
texto de oración en el que se refleja este aspecto que<br />
estamos intentando poner de relieve:<br />
«Concédenos, te pedimos, Señor, Dios nuestro,<br />
que aquel que hoy ha nacido para destruir al demonio<br />
y para la remisión de los pecados, nos libere de las faltas<br />
que nos acechan y nos defienda contra los ataques<br />
del enemigo» 25.<br />
Pero es, sobre todo, en la predicación de los Padres<br />
donde encontramos alusiones más claras y explícitas.<br />
Citamos, en primer lugar, algunas frases<br />
que encontramos en una homilía pronunciada el día<br />
de navidad, atribuida a san Basilio:<br />
« ••• así, por el solo hecho de su presencia en la naturaleza<br />
humana, la divinidad ha abolido la muerte que<br />
reinaba en ella... La muerte ha reinado hasta la venida<br />
de Cristo; pero, una vez aparecida la bondad de<br />
Dios nuestro salvador y elevado el sol de justicia, la<br />
muerte ha sido engullida en la victoria 26.<br />
De una manera más contundente, se afirma en<br />
una homilía navideña, atribuida a san Juan Crisóstomo:<br />
«Venid, pues, celebremos la fiesta. Venid, celebremos<br />
la solemnidad... Hoy el lazo antiguo ha sido roto,<br />
el diablo ha sido cubierto de confusión, los demonios<br />
han tomado la huida, la muerte ha sido destruida, el<br />
paraíso ha sido abierto de nuevo, la maldición ha sido<br />
borrada, el pecado ha sido barrido, el error se ha ido<br />
y ha reaparecido la verdad» 27.<br />
Al leer estos textos, a través de los cuales se refleja<br />
el contenido de la predicación de los grandes<br />
obispos de la Iglesia, se nos revela una dimensión<br />
nueva e insólita de la fiesta de navidad. Al releer<br />
esos escritos, uno se siente sumergido, más que en<br />
la fiesta del nacimiento, siempre de colorido tierno<br />
y entrañable, en la solemnidad de la pascua. El horizonte<br />
navideño que se nos ofrece desde esos textos<br />
nos resulta inusitado y sorprendente. Pero ello nos<br />
"Sacra11lentariu11I Veronense, ed. L. C. Mohlberg, n. 1251.<br />
26 Basilio, In sancta11l Christi generationem: PG 31, 1461.<br />
27 Juan Crisóstomo, In Natalem Christi diem: PG 56, 391.<br />
obliga, al mismo tiempo, a revisar nuestra concepción<br />
de la fiesta de navidad. Una vez más hay que<br />
decir que ese día no celebramos sólo el nacimiento<br />
del Señor. En realidad lo que se nos ofrece y hace<br />
presente es la totalidad del misterio salvador, con toda<br />
su amplitud. Por otra parte, hay que volver a subrayar<br />
la indiscutible vinculación de navidad a la<br />
fiesta de pascua. Los Padres de la Iglesia antigua<br />
eran más conscientes que nosotros de la unidad indisociable<br />
del misterio de Cristo.<br />
En esta clave hay que leer estas palabras que san<br />
León pronunció ante la comunidad cristiana de Roma<br />
reunida para celebrar el nacimiento del Señor:<br />
«Muy queridos todos: ¡Alegrémonos! Hoy ha nacido<br />
nuestro salvador. No nos está permitido dar cabida<br />
a la tristeza allí donde nace la vida que, borrando<br />
el temor de la muerte, nos infunde la alegría que<br />
conlleva toda promesa de eternidad. Que nadie se<br />
sienta excluido de poder participar, pues nuestro Señor,<br />
destructor tanto del pecado como de la muerte,<br />
vino para liberar a todos, ya que a nadie encontró libre<br />
de pecado.<br />
Llénate de júbilo, tú que eres santo, porque el premio<br />
está cerca. Alégrate, tú que eres pecador, porque<br />
serás perdonado. No desesperes, tú que no crees, porque<br />
también tú eres llamado a la vida. Pues el Hijo de<br />
Dios, al creerlo oportuno el misterioso pensar divino,<br />
tomó la naturaleza del género humano para reconciliarla<br />
con su creador y, de este modo, el inventor de la<br />
muerte, el llamado diablo, se viera vencido por la misma<br />
naturaleza que había dominado» 28.<br />
6. El «hoy» de la celebración natalicia<br />
o la presencia del misterio<br />
Con una insistencia machacona, como si de un<br />
estribillo se tratara, la liturgia de navidad alude reiteradas<br />
veces a la presencia actualizada del misterio:<br />
«Hoy sabréis que viene el Señor»; «hoy, por nosotros,<br />
se ha dignado nacer de la Virgen»; «hoy nos<br />
ha descendido del cielo la paz verdadera»; «hoy nos<br />
ha nacido un niño»; y, sobre todo, en la antífona pa-<br />
28 León Magno, Sermón 21: ee 138,85.<br />
PARA VIVIRELAÑOLITURGICO 197