Jornadas de estudio: Integración en familia ... - Nadie sin Futuro

COMUNICACIONES
Esta es pues la perspectiva desde la que este estudio resulta considerar los efectos de
la emigración sobre las familias 6 . Y lo que aparece, en primer lugar, es que esos efectos son
muy distintos según los roles que en la familia tenían quienes emigraron.
El caso más sencillo, que apareció con la mayor frecuencia en el sur de Brasil, es el de la
emigración de un hijo que está en la edad de emanciparse y busca mejores perspectivas
de futuro. Suelen ser emigraciones pacíficas y entonces la familia entera ayuda. Pero esta,
fuera de las normales repercusiones emocionales que la separación puede tener, no experimenta
transformaciones en su funcionamiento y estructura. A lo sumo enriquece sus
perspectivas haciéndose más transnacional.
Distintos son los procesos cuando quien emigra es el padre. Las narraciones recogidas
dejan ver que el proyecto de emigrar, en estos casos, ha tenido con frecuencia una gestación
conflictiva. No raras veces sucedería que el marido se decide a viajar para huir de una
convivencia en que las estrecheces económicas, cuya responsabilidad se le atribuye, le hacen
incómodo su propio hogar. Entonces la mujer y los hijos no se enteran del viaje sino
cuando todo está decidido y arreglado. Y naturalmente que entonces las repercusiones
emocionales de la emigración son de momento especialmente fuertes y negativas. Pero a
la larga no siempre ocurre así. Al contrario: la sacudida de la separación y la nostalgia y culpabilidad
provocadas en la pareja por la ausencia del padre suscitan, si éste desde la distancia
se muestra afectuoso y decidido a ser fiel a su rol de mantenedor económico, una
reconstrucción de las relaciones deterioradas que precedieron a su marcha. Incluso cuando
él o su esposa se buscan otras relaciones de pareja.
Pero en cierto sentido esto no quiere decir que con la marcha del padre se cambien
siempre las estructuras básicas de la familia. El sentir más común sigue reclamando del padre
ausente el cumplimiento del rol de proveedor económico y, con respecto a los hijos, de
autoridad simbólica. Y en la mayoría de los casos recogidos él considera que es su deber
la implementación de esos roles. Incluso es frecuente que reivindique su derecho a seguir
manteniendo su autoridad económica y emocional cuando considera a éstas amenazadas
por percibir que su familia se reorganiza sin él.
Totalmente distinto es el caso de la emigración de las madres. Porque en cuanto a ella
pueden aplicarse a todos los países estudiados en la investigación que expresa el equipo
guatemalteco:
6 Estudio editado por J. Ansión, R. Aparicio y P. Nel Medina con el título “Más allá de las Remesas”, Universidad
Católica de Perú, Lima, 2009.
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