Jornadas de estudio: Integración en familia ... - Nadie sin Futuro

COMUNICACIONES
Baste considerar que en números absolutos los menores nacidos en Ecuador y residentes
en España ascenderían, según el padrón municipal español a 68.001, lo que significaría
el 14 % de la población de dicha edad en España, o dicho en términos relativos, que si escogiéramos
puramente al azar 50 menores de 16 años en nuestro país, 7 de ellos habrían
nacido en Ecuador. Y todavía este cálculo resultaría estar hecho muy a la baja si se aceptara
la estimación del IOE, según la cual los hijos de ecuatorianos nacidos en España y no
consignados en el Padrón como extranjeros ecuatorianos, ascendían por esa época a unos
53.000. Entonces de cada 50 niños seleccionados en España de modo totalmente aleatorio
serían alrededor de 10 los hijos de ecuatorianos que aparecerían. No hacen falta muchos
comentarios para subrayar lo que esto significa para la composición de los mundos familiares
españoles y, en sentido contrario, para los sistemas ecuatorianos de redes familiares
y su percepción de las migraciones.
Ahora bien, es verdad que no tenemos base para explicarnos por qué el alto número
de menores nacidos en Ecuador y presentes en España ha empezado a descender en el
año 2005. ¿Es que los que posteriormente habrán llegado pasan a la clandestinidad por las
dificultades de la reagrupación? ¿O es que sus padres empiezan a retenerlos en Ecuador
hasta que pasen su crisis de adolescencia, por desconfianza con respecto a los ambientes
españoles de los jóvenes de esa edad, tal como ocasionales pareceres lo indican? A propósito
de la cuestión sólo podemos elaborar conjeturas.
Las cifras son como sigue:
Grupos de Edad
103
Años
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
0 a 4 años 3.313 8.199 13.781 15.520 9.680 4.954 2.242
5 a 9 años 5.026 13.583 26.342 35.400 35.596 32.575 28.369
10 a 14 años 3.981 10.527 21.525 31.315 33.925 35.533 37.390
Total 0 a 14 años 12.320 32.309 61.648 82.235 79.201 73.062 68.001
Incremento interanual 100 162,2 90,8 33,4 - 3,7 -7,8 -6,9
En todo caso, lo que sí nos dicen los datos relativos a los ecuatorianos de España, si los
ordenamos por años y grupos amplios de edad, es que las cohortes activas más jóvenes
han ido perdiendo peso porcentual en comparación con las de menores no activos y sujetos
ya maduros. La de los trabajadores más jóvenes, de entre 15 y 45 años, que siempre ha
sido la que llevaba el peso de las clásicas migraciones, ha pasado en España de representar
el 82 % de los ecuatorianos, cifra acorde con las ofrecidas por las migraciones clásicas, a re-