Jornadas de estudio: Integración en familia ... - Nadie sin Futuro

JORNADAS DE ESTUDIO: INTEGRACIÓN EN FAMILIA. PROCESOS Y TENDENCIAS
Esta disminución de hijos unida a la mortalidad que si bien no ha disminuido significativamente,
debido a una mayor esperanza de vida, trae consigo una carencia cada vez mayor
de población joven con una pirámide invertida de la población que aumenta no proporcionalmente
sino en progresión, de modo que no hay que sorprenderse que según
prospectiva de la ONU, lleve a Europa a necesitar población inmigrante en cifras que impresionan
de inmigrantes (entorno a 40 millones, hasta el año 50).
Pongamos un ejemplo, el de Navarra.
Tabla 3: Tasas de natalidad
1975 1995
Navarra 2,659 2,003 1,42 1,234 1,114 1,21 1,449
1) Como puede observarse en los datos, al “Baby Boom” de los años 70 con más de
8.000 nacimientos y una tasa de cerca de tres niños por mujer en edad fertil, siguió en los
años 90 una cifra de nacimientos de tan solo 4.549 (lo que representa poco más de la mitad
de la registrada quince años antes), una tasa de 1, 2-1,1 Esto ha provocado una fuerte disminución
del número de mujeres. Si calculamos que son el 50 % de los nacidos hombres y
el otro 50 % mujeres, tendremos en Navarra en los años 2000 el doble de mujeres en edad
fértil (nacidas en los años 70), que a partir de 2005 en que llegarán en torno a algo más de
2.000 mujeres a la edad de tener hijos, prácticamente la mitad;
2) Por otro lado, en el hecho de que las mujeres en edad fértil sigan teniendo actualmente
un número de hijos muy inferior al que tenían en 1975 hace que no solo haya cada
vez menos mujeres, sino que además no estén dispuestas todas a tener hijos, incluso
que retrasan casi indefinidamente el tenerlos o reniegen a ello, para seguir la carrera profesional,
con lo que la disminución del potencial femenino para tener hijos retrocede en
progresión.
Es claro, que lo mismo ocurre en el conjunto del Estado Español, con algunas variaciones
por regiones o comunidades autónomas.
Mortalidad
Por lo que respecta a las cifras de mortalidad su evolución es mucho más suave que las
de las tasas de natalidad. En efecto, si en 1975 fallecían 8,36 personas por cada 1.000 habitantes,
en 2007 la tasa de mortalidad era de 8,57 por cada 1.000 habitantes. Resulta llamativa
la estabilidad de esta tasa a lo largo de los últimos 30 años, teniendo en cuenta que,
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