Jornadas de estudio: Integración en familia ... - Nadie sin Futuro

COMUNICACIONES
saba la inmigración en España, y de forma particularmente asincrónica al la inmigración familiar;
la integración de la población inmigrada tiene como condición indispensable la presencia
cercana de su familia, bien de la familia creada en origen y que va reagrupando poco
a poco o la formada en España. Paralelamente, nuestras normas de nacionalidad han ido favoreciendo
el retorno primero de los hijos y luego de los nietos de emigrantes y exiliados españoles,
y en algunos casos dificultando el acceso a la nacionalidad española a los extranjeros
que viven en España.
La legislación de extranjería de los años 80 reguló la inmigración considerándola un fenómeno
temporal y no permanente, no comprendiendo que la presencia de la familia junto
al emigrante es un elemento integrador 42 . En esos años la legislación de nacionalidad se
modificó para permitir que los emigrantes españoles conservasen la nacionalidad española
y la pudieran transmitir a sus hijos 43 y se publicó la primera Ley de asilo de España (en el
84 y su Reglamento en el 85) que diferenciando el asilo y el refugio reconoció la extensión
familiar del asilo a los ascendientes, descendientes, cónyuge y pareja del asilado.
La legislación de los 90 comenzó a reconocer que la inmigración que venía a España lo
hacía en muchos casos para quedarse y se mejoró sustancialmente el tratamiento jurídico de
la familia y el reconocimiento de derechos tan importantes como la educación y la sanidad 44 .
42 La Ley de extranjería de 1985 y su Reglamento de 1986 partían de una concepción la inmigración como fenómeno
temporal no previendo el posible arraigo de los que llegaron en aquellos años. Así, no regulaba el derecho
a la reagrupación familiar. Hasta tal punto se pensaba que la inmigración que llegaba era “de paso” que no
estaba previsto en aquellas normas un permiso de residencia para los menores extranjeros que nacían en España
hijos de residentes legales. Estos pequeños nacían por ley “sin papeles” y la única vía de de legalizarlos era
viajar al país de sus padres para solicitar un visado o pedir en España la exención de visado que únicamente se
concedería por “circunstancias excepcionales”, y esta no se definía como tal. Por otra parte, los permisos de residencia
y trabajo eran de corta duración y de renovación no automática de manera los que llegaron durante esos
años no pudieron hacer proyectos vitales a medio plazo. Además, esta normativa de los 80, condicionaba el disfrute
de determinados derechos fundamentales tales como la educación y la sanidad a la residencia legal, lo cual
condenaba a la marginalidad a los extranjeros sin papeles.
43 En la reforma del CC de 1982 se incluyó la posibilidad de recuperación de la nacionalidad española para los
que la perdieron por razón de emigración, y la no pérdida de la nacionalidad española de los que adquieren otra
extranjera por razón de emigración.
44 El Reglamento de 1996 supuso un importante punto de inflexión. Reguló por vez primera el procedimiento de
reagrupación familiar, que sin embargo no configuró como “derecho”; “regularizó” a las personas que habían entrado
en España para reunirse con su familia hasta entonces lógicamente sin seguir el procedimiento establecido
(reagrupación familiar de facto) a través de la “exención del visado” ya tasada, de los periodos de “regularización”
excepcionales de los que se beneficiaron muchos familiares que habían llegado “sin papeles”, y de los cupos
o contingentes anuales, que funcionaron como regularizaciones encubiertas. Se consideraron “legales” a los menores
nacidos en España hijos de residentes legales Tuvieron a partir de entonces derecho a un permiso de residencia,
y al llegar a la mayoría de edad, derecho a la residencia permanente y preferencia en la concesión inicial
del permiso de trabajo; además no podrían ser expulsados de España, salvo casos muy graves. Finalmente se reconoció
el derecho a la educación y a la asistencia sanitaria a los menores extranjeros que se encontraran en España
con independencia de su situación de legalidad.
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