Jornadas de estudio: Integración en familia ... - Nadie sin Futuro

JORNADAS DE ESTUDIO: INTEGRACIÓN EN FAMILIA. PROCESOS Y TENDENCIAS
– Conflictos en la relación con sus hijos debidos en muchas ocasiones a la socialización
diferenciada de éstos (por ejemplo deben negociar, entre otras cosas, las horas de llegada
a casa y la colaboración en el hogar, puesto que los padres trabajan muchas horas al día).
En un principio, los problemas que exponen son todos intrafamiliares. Sin embargo, la
intervención que realizamos en mediación con estas familias es integral, responde a las diversas
necesidades que tienen, y no solo al conflicto que nos presentan, también tienen
otras preocupaciones que indirectamente afectan a sus relaciones en la familia. De tal manera
que abordamos otros problemas de diferente índole, porque los conflictos que nos
traen a mediación, están muy unidos a la problemática de relación y comunicación con
otros espacios en los que interactúa la familia y que pueden aumentar las dificultades propias
de la convivencia familiar. Por ejemplo, les ayudamos a que comprendan y sepan gestionar:
Los problemas que surgen en la relación entre la familia y la escuela: el absentismo escolar
de los hijos, la participación de estos en actividades extraescolares, o la intervención
de la familia en el proceso de formación de los hijos (asistencia a las reuniones de la APA,
visitas al tutor, decisiones sobre prácticas religiosas, etc.).
Los problemas de relaciones con los vecinos: muchas familias de inmigrantes desconocen
la sociedad en la que residen, las pautas de convivencia que deben seguir, y tienen
problemas con otros vecinos, sobre todo, por las diferentes costumbres culturales. Tenemos
que tener en cuenta que la población autóctona también suele desconocer las lenguas
y culturas de los que llegan.
Las dificultades en el acceso a los recursos de la Comunidad, por su desconocimiento
de ellos (además, en muchos casos, no suelen tener ninguna red de apoyo) y también por
las dificultades del idioma, en muchos casos.
El mediador familiar debe conocer los recursos de la Comunidad para poder derivar
correctamente a las familias que lo precisen. Y debe colaborar coordinadamente con otros
profesionales de la intervención con familias, sobre todo con los tutores de la escuela, trabajadores
sociales, abogados, etc. En caso de que el problema que les llevó a mediación
familiar no quede resuelto, la familia continúa el proceso de mediación iniciado (esto no
impide que se esté trabajando sobre el conflicto familiar en mediación, y simultáneamente
con otros profesionales de la intervención para que resuelvan otros problemas). También
estos profesionales pueden derivar a mediación familiar a las familias que, a su juicio,
lo necesiten.
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