Jornadas de estudio: Integración en familia ... - Nadie sin Futuro

JORNADAS DE ESTUDIO: INTEGRACIÓN EN FAMILIA. PROCESOS Y TENDENCIAS
• En primer lugar porque se sustenta sobre una idea estática de las mismas. Las civilizaciones
que enumera Huntington las concibe como realidades forjadas por la historia
e inmutables (idea de la que participa también la teoría del “diálogo entre civilizaciones”).
• Otro argumento, también de Huntington, aún más peligroso es que las identidades no son
flexibles una vez que se funden en una civilización específica –más aún en una religión
dada–, cosa que no sucede con las ideologías o las nacionalidades. Un ejemplo clarificador:
“Un ser humano puede ser medio francés y medio argelino, incluso ser ciudadano de los
dos países. Es mucho más difícil ser a la vez católico y musulmán. Huntington ilustra este argumento
de la forma siguiente: “Cuando los conflictos eran sociales o ideológicos, la cuestión era:
¿De qué lado estas tú?, y se podía elegir libremente una posición. En los conflictos entre civilizaciones,
la cuestión se convierte en: ¿Quién eres tú? Es un dato no negociable”.
• Dos argumentos, civilizaciones graníticas e identidades innegociables, a los que se
suma un tercero: la relación de conexión entre diferencia y violencia.
No es verdad que el motor de la agresividad sea la diferencia. Esta visión puede seducir en
un principio pero, según Guillebaud, presenta las cosas al revés de cómo son: “Si amenaza la violencia,
no es porque se refuercen “las diferencias” sino, al contrario, porque la “semejanza” progresa.
Por decirlo de otra forma, la fragmentación aparente de las civilizaciones humanas –y los chocs
que resultarían de ellas– esconde un proceso rigurosamente inverso. Lejos de alejarse las unas de las
otras, las pretendidas `civilizaciones´ humanas se encuentran hoy en la lógica de un irresistible encuentro,
de una mezcla y mestizaje. Bajo el chapoteo de los “sucesos”, más allá de las efervescencias
terroristas, una cultura planetaria, una modernidad mestiza están en vía de emergencia”.
Tampoco son ciertos los dos primeros argumentos. Las civilizaciones son algo fluido y
no algo estático o monolítico como quiere Hungtinton. Están sometidas constantemente
a la interacción entre el pasado y el presente, transformadas constantemente por los cambios
económicos y remodeladas hasta el infinito por la Historia. Y la verdadera situación actual
es la llegada progresiva de las diferentes sociedades a una modernidad –económica,
demográfica, cultural, tecnológica– que las aproxima irresistiblemente unas a otras. Es una
situación de alto riesgo, pues las sociedades tradicionales en su acercamiento a Occidente
basculan entre la adhesión instintiva y el rechazo violento.
Sobre la inflexibilidad de la identidad hablaré mas adelante. Valga ahora la afirmación
de Guillebaud de que Hungtinton también se equivoca en este punto. Por eso Guillebaud
deshecha la teoría del choque/diálogo de civilizaciones y propone una nueva visión que se
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