Jornadas de estudio: Integración en familia ... - Nadie sin Futuro

INAUGURACIÓN DE LAS JORNADAS
tos, desde la escuela nacional, cuando se planteaba la vuelta al país de origen a corto plazo,
hasta la escuela exclusiva del país de acogida o de integración rápida. Entre estos dos extremos,
se dieron numerosas variantes, como las escuelas-puente o de transición, las complementarias,
las binacionales, con mayor o menor predominio de la del país de origen o
del de acogida, la escuela de integración progresiva, con procesos y métodos diversos.
En mayor o menor medida, todas las personas e instituciones o servicios dependientes
de la Iglesia nos implicamos en este asunto, generalmente promoviendo, fomentando
o ayudando a las asociaciones de padres de alumnos o de familia, que en esta etapa surgieron
en gran número y con fuerza.
En el caso de Alemania y en el de otros países europeos, es indudable que el trabajo de
las asociaciones tuvo efectos muy beneficiosos, tanto en el aprovechamiento de los alumnos,
como en su maduración, como en una mayor implicación y compromiso de los padres
en la formación y educación de sus hijos.
La relación de las instituciones de la Iglesia con las asociaciones de padres de familia y
de alumnos, en el caso concreto de Alemania, que es lo que mejor conozco, pero también
en otros países, ha sido buena y fecunda. Además de la prestación de locales y de otros servicios
y servidores, se fueron dando pasos en orden a dotar los servicios relacionados con
las familias y con la enseñanza y educación de los hijos de los medios adecuados –locales,
presupuesto, etc.– y de personas cualificadas. Valga, como ejemplo, la mención de don Luis
Zabalegui, psicólogo y pedagogo, ya fallecido, y la de don Jesús Hernández y de don Vicente
Riesgo, que participan en estas Jornadas.
Por lo que respecta a mi experiencia o apreciación del aspecto de la familia emigrante en España,
he de manifestar que, aun dando por supuesto que falta mucho para el ideal y que hay casos
negativos, es mucho lo que se ha hecho y se está haciendo, tanto por parte de las administraciones
públicas, como por parte de organizaciones de iniciativa social y del voluntariado, como
por parte de la Iglesia y de su instituciones y servicios, aunque es diferente, según qué lugares.
Constato como muy positivo el hecho de que se está afrontando el fenómeno de la presencia
de tantos y tan diversos tipos de inmigrantes, dependiendo de su cultura, lengua, religión,...
con personal especializado y con métodos modernos de las ciencias correspondientes,
como la pedagogía, la psicología, la sociología, la pedagogía social, la estadística, etc.
Quiero aprovechar la ocasión para destacar, sin que ello suponga ignorar o infravalorar
otras instituciones u organizaciones, sino porque es la que más conozco, la labor de AC-
CEM (Asociación Comisión Católica de Migraciones) que nació en la Iglesia y que hoy, sin
haber roto esta relación, funciona con su propia autonomía.
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