Jornadas de estudio: Integración en familia ... - Nadie sin Futuro

JORNADAS DE ESTUDIO: INTEGRACIÓN EN FAMILIA. PROCESOS Y TENDENCIAS
En la orientación del trabajo con padres realizado desde el Departamento tuvo una gran
influencia el conocimiento de las teorías y métodos desarrollados por el pedagogo brasileño
Paulo Freire. Ya en el número 6 de Carta a los Padres, de marzo de 1973, Luis Zabalegui dedica
casi una página entera, de las cuatro que componen la revista, a responder a la pregunta
«¿Quién es Paulo Freire?», para terminar concluyendo: «Muchas de las ideas de Paulo Freire
se podrían aplicar a la emigración, concretamente a la española». Zabalegui resume así algunas
de estas ideas centrales: «Paulo Freire intenta que cada hombre se dé cuenta de lo que
es. ‘Concientizarí es su palabra. Que cada uno se convierta en protagonista de su vida. La educación
no puede ser neutral. Educarse significa tomar partida por lo humano... Nos educamos
unos con otros, por medio de la praxis y no por medio del bla, bla, bla,... Todo hombre,
todo grupo humano tiene en sí capacidad de cultivarse, de humanizarse». El tercer responsable
del Departamento, Jesús Hernández Aristu, es además un reconocido experto en la pedagogía
de Paulo Freire y en su libro PŠdagogik des Seins -Paulo Freires praktische Theorie einer
emanzipatorischen Erwachsenenbildung, publicado en 1977, expone sus experiencias en
la transferencia y adaptación del enfoque freiriano de la formación de adultos a las circunstancias
concretas de las familias de los trabajadores españoles en Alemania.
Inspirado por las ideas de Freire, el trabajo del Departamento con los padres será entendido
fundamentalmente como un diálogo con los padres, para poner en marcha procesos
de aprendizaje y concienciación en los que todos los participantes aprenden a conocer mejor,
mediante su lectura e interpretación crítica, la realidad en la que viven, descubriendo en
qué medida ésta es transformable, con el objetivo de mejorarla y humanizarla. La lectura crítica
de la realidad implica asumir, con capacidad también autocrítica, la propia responsabilidad
en ella y la disposición a actuar coherentemente para su transformación, como se manifiesta
en las siguientes palabras de Ceferino Valera, un padre de familia de Hamburgo que
posteriormente sería el tercer presidente de la Confederación, dirigidas a los partipantes en
la III Asamblea de la Confederación, en abril de 1975 en Hamburgo: «Un venenoso sistema se
encarga a toda costa de anestesiar las ideas, de minar la persona desde sus cimientos. No nos
dejan tiempo para pensar en nosotros mismos ni para pensar en la clase de personas que serán
nuestros hijos. Se nos pasan los años y la vida pensando si nos marchamos o no, esperando
que cambien las leyes. Pero lo que los hijos esperan es que nos reformemos los padres.
No podemos comprar más pisos a costa de marcar a estos hijos para toda la vida con la soledad.
(...) Es necesario que seamos responsables y pensemos en lo que los hijos realmente necesitan
de sus padres» 10 . Y señala el camino a seguir para conseguir este objetivo: «Entre otras
cosas tiene mucha importancia hacer amigos y acercarnos a los padres como amigos. Es el
arma más potente que podemos tener. La amistad y la confianza nos dará fuerza y unión en
10 Carta a los Padres, nº 26, de mayo 1975.
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