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Revista Kollasuyo número 1 -L- 1939 – 1895kb - andes

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desvalorizarse, a tener un poder de compra inferior al del lingote que primitivamente representaba.<br />

Si sobreviene la inflación, el aumento desmesurado de billetes de papel se puede obtener... (texto<br />

incompleto en la publicación original)...zación del billete, porque con cada viñeta de papel se puede<br />

obtener una cantidad cada vez menor de oro. (1).- Véase: Charles Rist: Historia de las doctrinas relativas al<br />

Crédito y la Moneda, desde la época de John Law y hasta nuestros días.— Paris, Sirey, 1938.-.<br />

En cuanto a la teoría valorista, propiamente dicha, nos dice que la moneda, el dinero, tiene<br />

un valor autónomo, propio, y cuyo origen hay que buscarlo en las funciones mismas que llena.<br />

Primitivamente, el valor del dinero dependió del metal con que estaba fabricado. La moneda es una<br />

mercancía.— Pero luego, poco a poco, por un proceso milenario, el valor de la moneda se disocia<br />

del valor del metal. La moneda se vuelve cada vez, y más y más, un poder compra, y su valor<br />

depende de este. El público recibe el dinero, el billete, no porque piense que con él podrá obtener<br />

talo cual cantidad de oro, sinó porque cree que con cada unidad monetaria podrá comprar tal o<br />

cual cantidad de mercancías, pagar tales o cuales servicios y cancelar deudas. En países donde<br />

no ha habido circulación efectiva de oro, o ella ha sido muy pasajera, el público no se interesa por<br />

el contenido en oro de cada unidad monetaria, sinó por su poder de compra o poder adquisitivo.<br />

Los hechos contemporáneos parecen confirmar esta última teoría.— El campesino, que<br />

nada sabe de la convertibilidad o no en oro de los billetes, los acepta en la creencia de que con<br />

ellos podrá comprar determinada cantidad de bienes y seguro de que en cualquier momento podrá<br />

pagar sus deudas con esta moneda.— Al mismo tiempo, teniendo en cuenta los precios actuales,<br />

el poder adquisitivo actual de la moneda, cree que en lo futuro podrá comprar las mismas o<br />

análogas cantidades de bienes, y entonces guarda el billete, porque este le parece que es un buen<br />

medio de conservar la riqueza.<br />

Querrá ello decir que el valor de la moneda, que en su esencia parece depender de su<br />

poder adquisitivo, nada tenga que ver con el oro?<br />

Y habrá que pensar que hay que desechar, una vez por todas, el patrón oro como una<br />

traba inútil y hasta perjudicial,?<br />

He aquí el punto crucial, no precisamente de la teoría monetaria, que trata de explicar los<br />

hechos, sinó de la política bancaria, cuya finalidad es organizar el servicio público de la moneda,<br />

de tal modo que su funcionamiento proporcione el máximun posible de beneficios a la economía<br />

nacional y a la colectividad.<br />

Desde luego, una constatación se impone. Admitiendo, como admiten la mayoría de los<br />

economistas contemporáneos, que el fundamento del valor del dinero sea su poder de compra, que<br />

su aceptación pública sea consecuencia de una creencia en su capacidad adquisitiva y de pago,<br />

ello no quiere decir que el valor de la moneda esté completamente desligado del valor del oro. Aún<br />

suponiendo que en un país se organizase el servicio monetario de tal modo que no sea necesario<br />

ningún encaje oro, o este sea tan reducido que pueda ser considerado como inexistente, no sería<br />

posible la creación y persistencia de la unidad monetaria, sin una referencia al oro como elemento<br />

básico, concreto, de la valuta. La moneda al ser creada tiene que definirse, aun cuando no se<br />

materialice en su existencia por un peso determinado de metal precioso. Si no, sería imposible su<br />

comparación con los bienes y servicios, y sobre todo con las demás monedas.<br />

Y un régimen monetario, organizado en esta forma, sólo podría subsistir merced a un<br />

control absoluto de importaciones y exportaciones y de movimiento de capitales, de tal modo que la<br />

balanza de cuentas se encuentre siempre en equilibrio, estando todos los exportadores obligados a<br />

entregar al Estado el ciento por ciento del valor de sus exportaciones (divisas) y no permitiéndose<br />

las importaciones sinó en la medida de las disponibilidades, de tal modo que se evite un saldo<br />

desfavorable. Al mismo tiempo, se limita el rol de la moneda, en las relaciones internacionales, al<br />

de instrumento de cuenta.<br />

Este es el caso de Alemania en la actualidad,— teniendo en cuenta, naturalmente, y<br />

salvando lo ocurrido en las últimas semanas, que el alza de precios en el interior del Reich ha<br />

podido ser evitada sobre todo porque no ha habido inflación en la emisión de billetes, viviendo al<br />

mismo tiempo la economía alemana en una especie de vaso cerrado.<br />

El poder adquisitivo de la moneda, no puede, por otra parte desligarse íntegramente de su<br />

poder adquisitivo con relación al oro Aun cuando aparezca, por la observación de los hechos, que<br />

la moneda tiene un valor autónomo en las transacciones, un análisis más profundo evidencia que<br />

cuando el precio del oro aumenta en términos monetarios, necesariamente tiende a producirse a la<br />

larga, y con más o menos rapidez según la estructura de las economías nacionales, una elevación<br />

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