15.06.2013 Views

Revista Kollasuyo número 1 -L- 1939 – 1895kb - andes

Revista Kollasuyo número 1 -L- 1939 – 1895kb - andes

Revista Kollasuyo número 1 -L- 1939 – 1895kb - andes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

El pensador profundo no puede expresar sus ideas por términos que no existen, así como<br />

el artista más hábil no podría labrar la deslumbrante joya sin el oro purificado por el alquimista y sin<br />

el diamante pulimentado por el lapidario.<br />

A semejanza de la prioridad del verso sobre la prosa, el dibujo ha antecedido al signo<br />

escrito; la sensación ha precedido a lo abstracto: ha sido preciso educar el cerebro por una larga<br />

serie de observaciones y juicios para que la figura humana o la idea del infinito, por ejemplo, haya<br />

dejado su forma jeroglífica hasta llegar a traducirse en cifras.<br />

Esa transformación, a la vez que la historia del arte, es la historia de la humanidad misma.<br />

El hombre ha sido poeta y artista mucho antes que filósofo y mercader, obedeciendo al deseo de<br />

perpetuar sus emociones y conceptos. Ahí están palpitantes las huellas de esa actividad intelectual<br />

conservadas hasta nosotros al través de miles de años. Los Primeros artistas de la edad de piedra<br />

nos han dejado la figura del mamouth grabado con sílice sobre el colmillo de la enorme bestia, y<br />

los caracteres del reno han quedado correctamente diseñados sobre el granito.<br />

¡Qué inmenso esfuerzo desde el jeroglífico hasta los primeros signos! La habitación<br />

humana adquiere una representación más simple, formada de cuatro rayas en cuadro; la línea<br />

ondulada significa el río, la silueta del árbol conocido, el bosque; y cuán prodigioso despertamiento<br />

desde estas expresiones concretas hasta el análisis de la palabra y su representación por letras; el<br />

día que estas se dan a conocer y entablan relaciones, el dibujo deja su oficio de auxiliar de la<br />

palabra y se asocia a la imaginación para explotar por su cuenta todas las bellezas de la<br />

naturaleza.<br />

La poesía y el arte, he ahí, pues, los dos medios para graduar la civilización de un pueblo,<br />

y aun para determinar la índole de su raza. Apliquemos ahora estos elementos de examen a<br />

nuestro pueblo, para llegar a comprender el desarrollo de su literatura.<br />

II<br />

Dos son las razas que han venido a formar la familia boliviana: el aborigen americano y el<br />

conquistador español; de este consorcio forzado ha nacido el mestizo, especie de bastardo en<br />

cuya naturaleza se entrechocan las dotes antagónicas de sus padres.<br />

Para poder apreciar las facultades poéticas y el desenvolvimiento de las letras y de las<br />

bellas artes alto-peruanas, es necesario conocer el caudal hereditario que los ascendientes han<br />

legado a su descendencia en la esfera de las ideas.<br />

Si hubiésemos de determinar los elementos de civilización aportados por la raza indígena,<br />

nuestro juicio sería la negación de toda influencia en la formación de la nueva sociabilidad. Una<br />

breve noticia acerca del desarrollo a que habían llegado las letras y las bellas artes en la raza<br />

originaria, confirmará nuestro aserto.<br />

Los vestigios de la civilización del imperio de los Incas han dado lugar a juicios<br />

apasionados unas veces, erróneos otras. La crítica, aceptando ciegamente los escasos relatos que<br />

han llegado hasta nosotros acerca de aquellas instituciones, ha considerado el régimen<br />

administrativo de los emperadores Indios como un dechado del gobierno paternal y como la<br />

solución del socialismo bien entendido. Parangonando el gobierno americano con el de Esparta,<br />

que se había propuesto alcanzar la igualdad comunal extinguiendo la acción y la autonomía de;<br />

individuo en beneficio del Estado, los críticos han condenado a Licurgo y exaltado a los sucesores<br />

de Manco Capac.<br />

¿Había en esto justicia? No podía haberla, porque el fallo contra el espartano procedía del<br />

relato parcial de los cronistas que preconizaban el régimen administrativo de la estirpe incásica.<br />

Garcilaso de Vega en este orden ha engendrado entre los escritores europeos errores que<br />

recientes investigaciones vienen rectificando, y que obligan a crítico a tomar con reservas sus<br />

aserciones, sobre todo, las concernientes a la sabiduría y magnanimidad del gobierno de sus<br />

ascendientes.<br />

Dos terribles delatores han venido a hacer vacilar las afirmaciones del cronista: los<br />

monumentos y el estado intelectual de la raza dominada por los Incas. Estos viejos testigos del<br />

pasado revelan que est dominación, en vez de una comunidad social garantida por las libertades<br />

individuales, no era otra cosa que un despotismo atemperado, conforme al carácter dócil de los<br />

pueblos que constituían el extenso imperio de los cuatro vientos.<br />

25

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!