Revista Kollasuyo número 1 -L- 1939 – 1895kb - andes
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vaso-contricciones, como los signos de un mismo polo se repelen, y es entonces que se formula un<br />
juicio desfavorable que es mutua a los repelidos, y por el contrario, cuando las afluencias<br />
sanguíneas son diversas, los signos contrarios se atraen y brota un sentido de animada simpatía.<br />
Como se ve este juicio primario de tipo biológico, que se produce en igual forma en las personas<br />
inteligentes como en los individuos inferiores, no puede constituir elemento valorativo de ninguna<br />
clase, y no obstante es el único del que constantemente nos servimos, Rota esta atmósfera<br />
superficial que envuelve al hombre, se nos descubre un horizonte más amplio, que está constituido<br />
por el rostro y las manos. La cara, la mirada, la forma de la frente, de la nariz, de la boca, de las<br />
orejas, ya nos hablan en términos más elocuentes sobre la psicología de las personas, Lavater<br />
ideó la ciencia fisiognómica, tomando como punto de partida la forma de la cara y de sus<br />
expresiones, Para saber leer en la cara de las personas es pues, ya necesario estar iniciado en la<br />
fisiognómica, aunque sus datos solo tengan un carácter de relatividad muy especial. Tampoco se<br />
pueden formular juicios rotundos sobre una persona, inspirándose el Lavater sólo porque tenga<br />
aun parecido animal. Hoy día la fisiognómica ha perdido el ambiente esotérico que le dió su<br />
fundador, y que llegó a confundirse con la adivinación y la quiromancia. A su descrédito contribuyó<br />
no poco la frenología de Gall, que producía el diagnóstico de la inteligencia de las personas<br />
basándose en la extensión del ángulo facial, Las manos ofrecen también una gran riqueza<br />
psicológica para el diagnóstico de las personas, y muchas veces son elocuentes y más reveladoras<br />
que el mismo rostro, aun sin penetrar e el misterio de la quirosofía y de la quiromancia, Estas<br />
ciencias que también fueron prostituídas por los farsantes y las adivinas, hoy día tienen una nueva<br />
fuerza que es la de servir para el conocimiento dc carácter de las personas, ayudando de una pista<br />
o de un dato, par construir el complejo de la personalidad.<br />
Cuando ya hemos introducido nuestra visión a estos campos, se nos ofrece la visión de los<br />
datos etnográficos, de la morfología del individuo, de su constitución, de su temperamento, y por<br />
último de su alma y de su espíritu, alcanzando como síntesis, mediante la coordinación de todos<br />
estos elementos el juicio sobre la personalidad integral. Al parecer, evidentemente resulta una<br />
operación difícil el diagnóstico de la personalidad, y se presenta un poco más complicado si a estos<br />
elementos que conocemos tenemos que agregar los de orden patológico y los relativos a los<br />
trastornos de la psicología. Todo esto hace ver, pues, que debemos ser muy cautos en emitir<br />
nuestros juicios sobre las personas, y que aun disponiendo de los instrumentos mentales<br />
necesarios, para perforar la barrera que nos opone cada hombre, para descubrir su psicología, los<br />
misterios de su propia naturaleza seguirán siendo indescifrables aun después de que los demás<br />
hayan dejado de serIo.<br />
Diríase-observa el psicólogo Bosov que la tierra y el cielo se someten más fácilmente a la<br />
fuerza poderosa de la razón humana que el hombre mismo, depositario y encarnación de dicha<br />
razón.<br />
Se comprenderá fácilmente que si ofrece sus complejidades el diagnóstico de la<br />
personalidad individual, las dificultades son mayores cuando se trata de la clasificación de estas<br />
individualidades en grupos humanos, según sus vocaciones o según sus profesiones. Cuando, por<br />
ejemplo, nosotros decimos que vamos a trazar la psicología del artista en el fondo nos referimos a<br />
que vamos a dibujar el perfil de un grupo de hombres que se encuentran sometidos a las<br />
reacciones de un temperamento unido a una gran emotividad e imaginación, y que en forma<br />
genérica los designamos sólo por vía de método con el nombre de artista. No hay, pues, psicología<br />
del artista, sino múltiples psicologías de individuos que se han dedicado al arte, en la misma forma<br />
que no hay enfermedades sino enfermos. Cada hombre es un caso.<br />
Un poco esquemáticamente, hagamos presente el plano de la individualidad, en igual<br />
forma que si dispusiéramos de un plano anatómico, o pudiéramos abrir con un cuchillo las entrañas<br />
del alma y poder verlas esquematizadas y dibujadas para nuestra comprensión. Encontramos en<br />
este plano dibujadas las facultades psíquicas comunes a todos los hombres: la memoria, la<br />
imaginación, la voluntad, la razón, la inteligencia. Luego vemos que estas facultades están<br />
sustentadas por ganchos que las unen a la conciencia y a la subconciencia, a las emociones y a<br />
las raíces del instinto, que son las más puras y fuertes fuerzas biológicas. Envolviendo todos estos<br />
elementos como una fuerza difusa, que respiran todas estas facultades y elementos psíquicos, se<br />
introduce la sexualidad y el instinto de conservación, la lucha y la defensa.<br />
Resulta que en cada individuo la distribución de todas estas facultades y elementos<br />
psíquicos son diversos no solo en calidad sino en cantidad. Los hombres, pues, son un verdadero<br />
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