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Libre - Fundación César Manrique

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teza terrestre. Los dos primeros son conocidos como flujos bióticos y los segundos reciben el<br />

calificativo de abióticos. En cuanto al destino final de estos materiales existen también tres alternativas:<br />

la litosfera (suelo), la hidrosfera (agua) y la atmósfera (aire). Dentro de la antroposfera o<br />

sistema económico, es donde se transforman los recursos en productos y residuos, operando<br />

dos elementos adicionales: los procesos industriales y el transporte. Los primeros se encargan<br />

de modificar física o químicamente los materiales que penetran la antroposfera, mientras que el<br />

transporte se encarga de conectar diferentes procesos entre sí utilizando para ello energía y<br />

materiales adicionales 50 .<br />

Al desarrollo y consolidación de esta herramienta contable han contribuido de forma relevante<br />

dos importantes institutos que, desde comienzos de los noventa, se pusieron a la cabeza<br />

en la investigación sobre flujos materiales en el ámbito internacional: se trata del Wuppertal Institut<br />

alemán y del Institut für Interdiziplinäre Forschung und Fortbildung (IFF) austríaco. Mientras el primero<br />

ha venido inclinándose más por una aproximación tecno-económica al metabolismo industrial,<br />

el segundo ha hecho alarde de una mayor interdisciplinariedad, favoreciendo un enfoque<br />

socio-económico e histórico del mismo objeto de estudio.Ambos centros de investigación han estado<br />

influidos por la impronta dejada por sus dos científicos principales: el alemán Friedrich Schmidt-Bleek<br />

y la austriaca Marina Fischer-Kowalski. Impronta que está también en la base de la ligera<br />

diferencia de enfoque: mientras el alemán procedía del campo de las ciencias naturales y la<br />

ingeniería, ésta llegó al estudio de las relaciones economía-medioambiente desde las ciencias<br />

sociales. Sin embargo, lejos de emprender sus análisis de forma separada, ambos institutos de investigación<br />

han sabido complementarse y coordinarse adecuadamente 51 , por lo que la contabilidad<br />

de flujos materiales ha salido sensiblemente reforzada como podremos ver a continuación.<br />

2.1. La aportación del Instituto Wuppertal: los flujos ocultos y las<br />

mochilas de deterioro ecológico<br />

Es cierto que los balances de materiales tradicionales presentaron desde sus inicios una<br />

carencia importante por el lado de la contabilización de los inputs (recursos).A comienzos de los noventa,<br />

Schmidt-Bleek 52 vio claramente donde radicaba esa deficiencia y puso manos a la obra para<br />

resolverla. Las estadísticas económicas y los análisis del metabolismo industrial únicamente habían<br />

considerado hasta la fecha los flujos (inputs domésticos e importados) extraídos de la naturaleza<br />

que poseían un valor económico (hierro, madera,...). Sin embargo, como sugería el investigador<br />

alemán, este análisis excluía el grueso de materiales removidos y desplazados por la especie<br />

humana en su objetivo de fabricar bienes y servicios, entre los que merecía la pena destacar la<br />

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