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Libre - Fundación César Manrique

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decir, 3,7 veces más calorías de las que se obtienen con la cosecha mundial actual 33 . Las exigencias,<br />

no sólo territoriales, sino también de energía, agua y otros recursos serían tan desproporcionadas<br />

que evidenciaban claramente la imposibilidad de generalizar una dieta rica en proteínas<br />

y grasas animales a todos los habitantes del planeta; poniendo de nuevo sobre el tapete la<br />

cuestión distributiva frente al ideal del crecimiento: «Si toda la población come algo de carne —<br />

afirma R. Goodland— sólo 2.500 millones de personas podrán alimentarse. Esto excluye casi a<br />

dos tercios de la población actual.Y esta es la razón por la cual es tan importante para el mundo<br />

permanecer en los primeros eslabones de la cadena alimentaria: aquellos que están arriba deberán<br />

descender, y la población desfavorecida avanzar» 34 .<br />

La expresión «territorial» de esa mala distribución aparece cuando comprobamos que mientras<br />

la huella ecológica provocada por el consumo de vegetales es relativamente parecida entre<br />

diferentes territorios, existe una gran disparidad en lo concerniente a la huella asociada al consumo<br />

de productos animales 35 . La Tabla 6.6. ilustra este hecho con contundencia: los ciudadanos<br />

de América del Norte presentan una huella ecológica asociada al consumo de carne 7,4 veces<br />

mayor que los habitantes africanos o casi 5 veces respecto de los asiáticos, triplicando a su vez<br />

la media asignada a la población mundial. Proporciones similares encontramos también en los habitantes<br />

de Oceanía y Europa donde las distancias presentan ordenes de magnitud semejantes. Si<br />

a los datos anteriores unimos la dosis de calorías tanto vegetales como animales ingeridas por<br />

las diferentes poblaciones veremos, por ejemplo, que aunque un norteamericano consume aproximadamente<br />

sólo un 50 por 100 más de calorías que un habitante del continente africano, el<br />

Tabla 6.6.<br />

Estructura de la huella ecológica de la alimentación por regiones del mundo, 1985-1995<br />

(en hectáreas de tierra productiva estándar)<br />

Huella total Huella vegetal Huella animal Porcentaje<br />

(has/hab) (has/hab) (has/hab) animal/total<br />

Región 1985 1995 1985 1995 1985 1995 1985 1995<br />

África 0,191 0,197 0,149 0,160 0,042 0,037 22 19<br />

Asia 0,182 0,212 0,146 0,156 0,036 0,056 20 26<br />

América (Central y Sur) 0,297 0,315 0,182 0,191 0,115 0,124 39 39<br />

Oceanía 0,442 0,422 0,166 0,167 0,276 0,255 62 60<br />

Europa 0,413 0,380 0,190 0,182 0,223 0,198 54 52<br />

América del Norte 0,524 0,545 0,241 0,268 0,283 0,277 54 51<br />

Mundo 0,249 0,259 0,162 0,169 0,087 0,090 35 35<br />

Fuente: White,Th., (2000): «Diet and the distribution...», op. cit., p. 150. Los datos para 1985 son una media de 1984, 1985 y 1986. En el caso<br />

de 1995, se trata de una media de los correspondientes a 1994, 1995 y 1996.<br />

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