11.10.2013 Views

Libre - Fundación César Manrique

Libre - Fundación César Manrique

Libre - Fundación César Manrique

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

de la renta de los agricultores que ya absorbían en algunos años más del 70 por 100 del presupuesto<br />

comunitario, y que en la actualidad se encuentra en torno al 50 por 100.Todo ello en un<br />

escenario internacional donde se estaba negociando la Ronda Uruguay de liberalización comercial<br />

que, por primera vez, incorporaba a la agenda de la discusión los productos agrícolas, altamente<br />

protegidos en la CEE.Al mismo tiempo resultaba sorprendente cómo el presupuesto de<br />

la PAC crecía constantemente para beneficio de una población agraria en continuo declive y con<br />

una renta también en retroceso.<br />

Es razonable pensar que, si uno de los problemas tenía que ver con la gestión de los crecientes<br />

excedentes agrarios, no se comprende cómo el marco institucional tardó tanto tiempo<br />

en apostar por sistemas, como el de la agricultura ecológica, que inciden más en la calidad de los<br />

alimentos que en la cantidad 120 . Como tampoco se entiende que para evitar la despoblación y<br />

desestructuración territorial, la reforma de la PAC alimente el abandono de tierras y con ello<br />

también «la matorralización y ruderalización del territorio» 121 , en vez de fomentar de manera real<br />

y no sólo retórica la transformación hacia sistemas agropecuarios ecológicamente integrados que<br />

eviten la emigración masiva de la población hacia los núcleos urbanos. Sobre todo porque si uno<br />

echa un vistazo a los recursos económicos destinados a poner en práctica medidas como la reducción<br />

en el uso de agroquímicos o la introducción de métodos de agricultura ecológica, el esfuerzo<br />

apenas llega al 1 por 100 del presupuesto del FEOGA. Lo que motiva que la reforma se haya<br />

orientado más a «...velar porque se compense a los agricultores por las reducciones de precios,<br />

que a diseñar nuevos métodos para alcanzar objetivos distintos al sostenimiento de la renta de<br />

los agricultores. Esto explica la pervivencia de unos poderosos incentivos para una mayor intensificación<br />

y especialización de la agricultura europea, por lo que se liberan menos recursos de<br />

los que, en el caso contrario, podrían destinarse a los programas y medidas de protección del<br />

medio ambiente» 122 . No otra cosa se consigue con el apoyo a la gran empresa agraria en detrimento<br />

de las explotaciones familiares, que las más de las veces se ven obligadas a vender sus tierras<br />

en beneficio de aquellas, como lo atestigua la desaparición, entre 1989 y 1995, del 57 por<br />

100 de explotaciones menores de 5 hectáreas, a la vez que se incrementaron en un 20 por 100<br />

aquellas cuya dimensión era superior a las 20 hectáreas 123 .<br />

Bien es verdad que un cambio de rumbo razonable obligaría a concebir la PAC como una<br />

política agraria que atendiese, en primer lugar, a la peculiar composición social, características y<br />

clima de los diferentes territorios, así como a un uso diferencial de los incentivos penalizando<br />

aquellos cultivos o prácticas especialmente agresivas con el entorno y evitando así que la subvención<br />

se convierta en un estímulo para la degradación 124 . Lo que exigiría que, desde el punto<br />

de vista ambiental, en la configuración de las grandes líneas de actuación y en la normativa comunitaria<br />

no primasen tanto los problemas y objetivos de las agriculturas del norte de Europa —<br />

318

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!