Informe mundial sobre la violencia y la salud editado por ... - teach-vip
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44 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD<br />
RECUADRO 2.2 (continuación)<br />
También ha habido estudios longitudinales que examinaron <strong>la</strong> conexión entre ver televisión y <strong>la</strong><br />
agresión interpersonal unos años después. Un estudio longitudinal de niños de 7 a 9 años de edad<br />
realizado durante tres años en Australia, Estados Unidos, Fin<strong>la</strong>ndia, Israel y Polonia produjo resultados<br />
contradictorios (134) y otro estudio de niños de los Países Bajos del mismo grupo de edad efectuado en<br />
1992 no logró comprobar ningún efecto <strong>sobre</strong> el com<strong>por</strong>tamiento agresivo (135). No obstante, otros<br />
estudios de seguimiento de niños que se llevaron a cabo en los Estados Unidos durante períodos más<br />
<strong>la</strong>rgos (10 a 15 años) han mostrado una corre<strong>la</strong>ción positiva entre ver televisión en <strong>la</strong> niñez y <strong>la</strong><br />
agresividad posterior en los primeros años de <strong>la</strong> edad adulta (3).<br />
Estudios que examinaron <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre <strong>la</strong>s tasas de homicidios y <strong>la</strong> introducción de <strong>la</strong> televisión<br />
(básicamente considerando dichas tasas en los países antes y después de dicha introducción) también<br />
han encontrado una corre<strong>la</strong>ción positiva entre ambos (127-131). Sin embargo, en estos estudios no se<br />
tuvieron en cuenta variables de confusión, tales como <strong>la</strong>s diferencias económicas, los cambios sociales<br />
y políticos y una serie de otras posibles influencias en <strong>la</strong>s tasas de homicidios.<br />
Los resultados científicos acerca de <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre <strong>la</strong> <strong>violencia</strong> exhibida en los medios de comunicación<br />
y <strong>la</strong> <strong>violencia</strong> juvenil son <strong>por</strong> lo tanto concluyentes en lo que se refiere a los aumentos a corto<br />
p<strong>la</strong>zo de <strong>la</strong> agresión. Sin embargo, los resultados no son terminantes en lo que se refiere a los efectos<br />
a más <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo y a <strong>la</strong>s formas más graves de com<strong>por</strong>tamiento violento, lo que indica que se necesitan<br />
más investigaciones. Aparte de examinar el grado en que <strong>la</strong> <strong>violencia</strong> en los medios es causa directa de<br />
<strong>la</strong> <strong>violencia</strong> física grave, también es preciso investigar <strong>la</strong> influencia de los medios en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones<br />
interpersonales y en los rasgos individuales como <strong>la</strong> hostilidad, <strong>la</strong> insensibilidad, <strong>la</strong> indiferencia, <strong>la</strong> falta<br />
de respeto y <strong>la</strong> incapacidad de identificarse con los sentimientos de otras personas.<br />
una variedad de estrategias diferentes en <strong>la</strong>s diversas<br />
etapas de desarrollo.<br />
Estrategias individuales<br />
Las intervenciones más comunes contra <strong>la</strong> <strong>violencia</strong><br />
juvenil procuran aumentar <strong>la</strong> influencia de los<br />
factores protectores asociados con <strong>la</strong>s aptitudes, <strong>la</strong>s<br />
actitudes y <strong>la</strong>s creencias individuales.<br />
Una estrategia de prevención de <strong>la</strong> <strong>violencia</strong><br />
apropiada para <strong>la</strong> primera infancia —aunque generalmente<br />
no se piensa en el<strong>la</strong> como tal— es <strong>la</strong> adopción<br />
de programas de refuerzo preesco<strong>la</strong>r. Estos<br />
programas fomentan desde el principio en los niños<br />
pequeños el desarrollo de <strong>la</strong>s aptitudes necesarias<br />
para mejorar el éxito esco<strong>la</strong>r, y <strong>por</strong> consiguiente<br />
aumentan <strong>la</strong> probabilidad de obtener resultados<br />
académicos exitosos en el futuro. Tales programas<br />
pueden fortalecer los <strong>la</strong>zos del niño con <strong>la</strong> escue<strong>la</strong><br />
y aumentar el aprovechamiento y <strong>la</strong> autoestima<br />
(137). Los estudios de seguimiento a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo<br />
de prototipos de esos programas han encontrado<br />
beneficios para los niños, tales como una menor<br />
participación en hechos violentos y otros com<strong>por</strong>tamientos<br />
delictivos (138–140).<br />
Los programas de desarrollo social para reducir el<br />
com<strong>por</strong>tamiento antisocial y agresivo en los niños y<br />
<strong>la</strong> <strong>violencia</strong> en los adolescentes adoptan diversas estrategias.<br />
Estas comúnmente incluyen mejorar <strong>la</strong> competencia<br />
y <strong>la</strong>s aptitudes sociales con los compañeros<br />
y, en general, promover com<strong>por</strong>tamientos positivos,<br />
amistosos y cooperativos (141). Estos programas<br />
se pueden dirigir a todo el mundo o solo a grupos<br />
de alto riesgo y suelen llevarse a cabo en ámbitos<br />
esco<strong>la</strong>res (142, 143). Ordinariamente se concentran<br />
en uno o más de los siguientes aspectos (143):<br />
– contro<strong>la</strong>r <strong>la</strong> ira;<br />
– modificar el com<strong>por</strong>tamiento;<br />
– adoptar una perspectiva social;<br />
– promover el desarrollo moral;<br />
– desarrol<strong>la</strong>r aptitudes sociales;<br />
– resolver problemas sociales;<br />
– solucionar los conflictos.