10.07.2015 Views

4-la-batalla-del-laberinto

4-la-batalla-del-laberinto

4-la-batalla-del-laberinto

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Rick RiordanLa batal<strong>la</strong> <strong>del</strong> LaberintoGrover meneó <strong>la</strong> cabeza tristemente.—¿Sabes qué día es hoy? Acabo de verlo en <strong>la</strong> tele. Trece de junio. Han pasadosiete días desde que salimos <strong>del</strong> campamento.—¿Cómo? No puede ser.—El tiempo transcurre más deprisa en el <strong>la</strong>berinto —me recordó—. La primeravez que tú y Annabeth bajasteis, creíais que habían pasado sólo unos minutos,¿verdad? Y en realidad había sido una hora.—Ah. Cierto —asentí. Y entonces comprendí lo que estaba diciendo y noté denuevo una tenaza ardiente en <strong>la</strong> garganta—. ¡La fecha límite <strong>del</strong> Consejo de losSabios Ungu<strong>la</strong>dos!Grover tomó el mando de <strong>la</strong> tele y le arrancó un trozo de un bocado.—Estoy fuera de p<strong>la</strong>zo —dijo con <strong>la</strong> boca llena de plástico—. En cuanto vuelva, mequitarán mi permiso de buscador. Y nunca más me darán autorización para volver asalir.—Hab<strong>la</strong>remos con ellos —le prometí—. Haremos que te concedan más tiempo.Grover tragó con esfuerzo.—No aceptarán. El mundo se está muriendo, Percy. Cada día que pasa, empeora.La vida salvaje... Noto que se desvanece. He de encontrar a Pan.—Lo conseguirás, tío. No tengo ninguna duda.Grover me miró con ojos tristes de cabra.—Siempre has sido un buen amigo, Percy. Lo que has hecho hoy, salvar a losanimales <strong>del</strong> rancho de <strong>la</strong>s garras de Gerión, ha sido asombroso. Me... me gustaríaparecerme más a ti.—No digas eso —repliqué—. Tú tienes tanto de héroe...—No, qué va. Lo intento, pero... —Suspiró—. Percy, no puedo volver alcampamento sin encontrar a Pan. Lo entiendes, ¿verdad? Si fracaso, no podré mirar aEnebro a <strong>la</strong> cara. ¡Ni siquiera podré mirarme a <strong>la</strong> cara a mí mismo!Su voz sonaba tan infeliz que resultaba doloroso escuchar<strong>la</strong>. Habíamos pasadomuchas cosas juntos, pero nunca lo había visto tan hundido.—Ya se nos ocurrirá algo —le aseguré—. Tú no has fracasado. Eres el campeón <strong>del</strong>os niños cabra, ¿de acuerdo? Enebro lo sabe. Y yo también.Grover cerró los ojos.—El campeón de los niños cabra —murmuró, desanimado.Mucho después de que se durmiera, yo seguía despierto, contemp<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong>scabezas que Gerión había colgado como trofeos iluminadas por el resp<strong>la</strong>ndor azul de<strong>la</strong> televisión.~140~

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!