10.07.2015 Views

4-la-batalla-del-laberinto

4-la-batalla-del-laberinto

4-la-batalla-del-laberinto

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Rick RiordanLa batal<strong>la</strong> <strong>del</strong> Laberinto—¿Qué has hecho con Luke? —gemí.Cronos alzó su guadaña.—Ahora me sirve con todo su ser, como yo necesitaba. La diferencia es que él tetemía, Percy Jackson, y yo no.Entonces eché a correr. No lo pensé siquiera. No lo sopesé en mi mente, en p<strong>la</strong>n:«¿Qué? ¿Le hago frente e intento luchar otra vez?» Nada de eso. Simplemente melimité a correr.Pero los pies me pesaban como si fueran de plomo. El tiempo se ralentizó, como siel mundo se hubiera vuelto de ge<strong>la</strong>tina. Ya había tenido esa misma sensación otravez y sabía que procedía <strong>del</strong> poder de Cronos. Su presencia era tan intensa que eracapaz de doblegar el tiempo por sí solo.—¡Corre, pequeño héroe! —se burló—. ¡Corre!Miré hacia atrás y vi que se me acercaba tranqui<strong>la</strong>mente, ba<strong>la</strong>nceando su guadañacomo si disfrutara de <strong>la</strong> sensación de tener<strong>la</strong> de nuevo en sus manos. Ningún armabastaría para detenerlo. Ni siquiera una tone<strong>la</strong>da de bronce celestial.Lo tenía a tres metros cuando oí un grito:—¡¡¡Percy!!!Era Rachel.Algo pasó vo<strong>la</strong>ndo por mi <strong>la</strong>do y, al cabo de un instante, un cepillo para el pelo deplástico azul le dio a Cronos en el ojo.—¡Aj! —gritó éste. Por un momento, pareció únicamente <strong>la</strong> voz de Luke: una vozllena de sorpresa y de dolor. Noté mis miembros otra vez libres y corrí hacia Rachel,Nico y Annabeth, que estaban en <strong>la</strong> entrada de <strong>la</strong> sa<strong>la</strong>, consternados.—¿Luke? —gritó Annabeth—. ¿Qué...?Corriendo más deprisa que en toda mi vida, <strong>la</strong> agarré de <strong>la</strong> camiseta y <strong>la</strong> arrastréhacia fuera. Salimos de <strong>la</strong> fortaleza y casi habíamos llegado a <strong>la</strong> entrada <strong>del</strong> <strong>la</strong>berintocuando oí el bramido más atroz <strong>del</strong> mundo: <strong>la</strong> voz de Cronos, que recuperaba elcontrol.—¡Salid tras ellos!—¡No! —gritó Nico. Dio una palmada y una columna de piedra <strong>del</strong> tamaño de uncamión brotó de <strong>la</strong> tierra justo de<strong>la</strong>nte de <strong>la</strong> fortaleza. El temblor que provocó fue tanintenso que se vinieron abajo sus columnas frontales. Me llegaron, amortiguados, losa<strong>la</strong>ridos de los telekhines que habían quedado atrapados dentro. Una nube de polvolo cubrió todo.Nos zambullidos en el <strong>la</strong>berinto y seguimos corriendo mientras, a nuestra espalda,el señor de los titanes estremecía con su aullido el mundo entero.~234~

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!