10.07.2015 Views

4-la-batalla-del-laberinto

4-la-batalla-del-laberinto

4-la-batalla-del-laberinto

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Rick RiordanLa batal<strong>la</strong> <strong>del</strong> LaberintoAsí lo hice. Fue un poco desconcertante, porque él me escuchaba atentamente. Nome quitaba los ojos de encima. Su expresión no cambió mientras estuve hab<strong>la</strong>ndo.Cuando concluí, asintió lentamente.—O sea, que Cronos realmente ha vuelto. No pasará mucho antes de quetengamos una guerra total.—¿Y Luke? —le pregunté—. ¿Realmente ya no existe?—No lo sé, Percy. Es algo de verdad inquietante.—Pero su cuerpo es mortal. ¿No podrías destruirlo?Poseidón parecía agitado.—Mortal, tal vez. Pero hay algo distinto en Luke, muchacho. No sé cómo habrásido preparado para albergar el alma <strong>del</strong> titán, pero matarlo no va a ser fácil. Y noobstante, me temo que debe morir si queremos mandar a Cronos otra vez al abismo.Debo pensar en todo ello. Por desgracia, yo también tengo mis propios problemas.Recordé lo que me había dicho Tyson al empezar el verano.—¿Los antiguos dioses <strong>del</strong> mar?—En efecto. Los combates han empezado antes para mí. De hecho, no puedoquedarme mucho tiempo, Percy. El océano está en guerra consigo mismo. Es lo únicoque puedo hacer para impedir que los tifones y los huracanes destruyan el mundo en<strong>la</strong> superficie. La lucha es muy intensa.—Deja que baje contigo —le pedí—. Déjame echar una mano.Poseidón sonrió, entornando los ojos.—Todavía no, muchacho. Intuyo que van a necesitarte aquí. Lo cual me recuerda...—Sacó un dó<strong>la</strong>r de arena (un caparazón p<strong>la</strong>no y redondo de erizo) y me lo puso en <strong>la</strong>mano—. Tu regalo de cumpleaños. Gástalo con tino.—Eh... ¿gastarme un dó<strong>la</strong>r de arena?—C<strong>la</strong>ro. En mis tiempos, podías comprar un montón de cosas con uno de éstos.Creo que descubrirás que aún tiene un gran valor si lo utilizas en <strong>la</strong> situaciónadecuada.—¿Qué situación?—Cuando llegue el momento lo sabrás.Apreté el dó<strong>la</strong>r de arena entre mis dedos. Pero aún había algo que me preocupaba.—Papá, cuando estaba en el <strong>la</strong>berinto me encontré a Anteo. Y me dijo... bueno, queera tu hijo preferido. Había decorado su pista de combate con ca<strong>la</strong>veras y...—Me <strong>la</strong>s había dedicado a mí —intervino Poseidón, completando mipensamiento—. Y te preguntas ahora cómo es posible que alguien pueda hacer algohorrible en mi nombre.~273~

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!