788 MARC VILARASSAU ALSINA, SJdiversas formas a lo largo de toda la historia. En la actualidad, ¿cuántoscristianos se definen hoy en día como creyentes no practicantes?Manera de decir que suscriben la dimensión ética del mandamiento,pero prescindiendo de su dimensión religiosa. Signo de una sociedadprogresivamente secularizada, como la nuestra.En nuestra sociedad se da un fenómeno aún más interesante: a medidaque aumenta la secularización, aumenta también la diversidadcultural y religiosa de la sociedad. ¿Cómo lograr, entonces, que convivanpacíficamente estos dos datos que parecen ser los rasgos característicosde la sociedad moderna? ¿Cómo ir integrando pacíficamenteen una misma sociedad, con unas mismas normas de convivenciaigualmente vinculantes para todos, las diversas identidades y prácticasreligiosas que la integran? ¿Cómo conseguir unos mínimos éticos y civilesque faciliten la convivencia, sin que por ello sofoquen los máximosreligiosos y espirituales de los individuos y las comunidades?En cualquier caso, una ética civil que responda positivamente a tamañodesafío no puede ser una ética basada en promesas, sino en premisas.Ha de ser necesariamente una ética de mínimos basada en principiosunívocos y vinculantes para todos. Y es bueno que así sea. Talcomo la define Adela Cortina, «una ética civil consiste en un conjuntomínimo de valores tal que, si no es compartido por los ciudadanos deuna sociedad pluralista, la convivencia entre ellos se hace imposible»(Ética civil y religión, PPC, p. 14). Como queda de manifiesto en estadefinición, se trata de una ética definida en negativo, más que en positivo,obligada a dibujar el límite –el mínimo–, más que el horizonte –elmáximo–. Ésta es su virtud, pero también su desdicha. Una ética civilbasada en mínimos éticos es tan necesaria para la convivencia como insuficientepara la felicidad. La felicidad pertenece, a nuestro modo dever, al ámbito del sentido, del exceso, del máximo... de lo religioso. Yeso sólo se puede dar si se invita al individuo, no sólo a cumplir a mínimosla norma, sino a guardar a máximos el Mandamiento.¿Una espiritualidad sin mandamiento?Actualmente se habla mucho de la diferencia entre espiritualidad y religión.Hay un cierto consenso en que lo importante es la espiritualidad–la experiencia personal y subjetiva de Dios–, mientras que la religión–la dimensión colectiva y objetiva de esa experiencia– no es más quesal terrae
«LOS MANDAMIENTOS»789una rémora del pasado. Se propone una espiritualidad sin mandamientopara un mundo sin religión. Pero así no se responde a la cuestión querecorre este artículo de principio a fin: ¿cómo puede pervivir y sercompartida una experiencia espiritual si no es objetivada de alguna manera?¿Cómo evitar que esa experiencia se diluya sin una instancia objetivaque le sirva de estímulo y de contraste? ¿No necesitamos reivindicarde forma creíble el sentido positivo y hasta cierto punto necesariodel mandamiento?¿Quién, sino el mandamiento, le dice al espíritu cuáles son sus límitesy cuál su horizonte? ¿Quién, sino el mandamiento, es la instanciacrítica capaz de desenmascarar un espiritualismo que, so pretextode buscar a Dios, acaba buscándose a sí mismo? ¿Quién, sino el mandamiento,le puede dar a la espiritualidad esa dimensión comunitaria ycelebrativa que la aleje por igual del solipsismo y del elitismo? ¿Quién,sino el mandamiento, le enseña a la espiritualidad que, por mucho quedeseemos ver a Dios, lo primero y principal es aprender a escucharlo?¿Quién, sino el mandamiento, le recuerda a la espiritualidad que esetrayecto que nos acerca a Dios lo inició él mucho antes de que nosotrosnos pusiéramos tímidamente en camino?En esta línea, os propongo esta reflexión de un célebre sabio judíode nuestro tiempo:«No existe el misticismo en abstracto, es decir, un fenómeno o experienciaindependiente de otros fenómenos religiosos. No existeun misticismo químicamente puro, sino el misticismo de un sistemareligioso en particular: misticismo cristiano, musulmán, judío...y así sucesivamente. La muy difundida idea del místico comoun anarquista religioso que no siente ninguna lealtad ni compromisohacia su religión no está confirmada por la historia. Éstademuestra, en realidad, que los grandes místicos fueron fieles discípulosde las grandes religiones» (Gershom Scholem).Por «fieles discípulos» no debemos entender aquí «seguidores ciegosy aborregados», sino todo lo contrario: personas a quienes la religiónha dado alas y personas para las que el mandamiento ha producidosu más preciado fruto, a saber, la auténtica libertad. Porque eso eslo que hace el mandamiento: libera a quien lo guarda; lo libera de losotros ídolos que exigen sumisión; lo libera para el bien, para la justiciay para el amor, las únicas prescripciones que, en lugar de someterte, tehacen más libre.sal terrae
- Page 1:
ST 96 (2008)SUMARIOESTUDIOS• Reco
- Page 4 and 5:
708 PRESENTACIÓNGuevara recuerda s
- Page 6 and 7:
710 PEDRO JOSÉ GÓMEZ SERRANO1. An
- Page 8 and 9:
712 PEDRO JOSÉ GÓMEZ SERRANOtemen
- Page 10 and 11:
714 PEDRO JOSÉ GÓMEZ SERRANOpecto
- Page 12 and 13:
716 PEDRO JOSÉ GÓMEZ SERRANOcircu
- Page 14 and 15:
718 PEDRO JOSÉ GÓMEZ SERRANOEl es
- Page 16 and 17:
720 PEDRO JOSÉ GÓMEZ SERRANOjas,
- Page 18 and 19:
STEDITORIALApartado 77 39080 Santan
- Page 20 and 21:
724 JUNKAL GUEVARA LLAGUNOConociend
- Page 22 and 23:
726 JUNKAL GUEVARA LLAGUNOLIDIA (Hc
- Page 24 and 25:
728 JUNKAL GUEVARA LLAGUNOdice expr
- Page 26 and 27:
730 JUNKAL GUEVARA LLAGUNO1,6-7; 1
- Page 28 and 29:
732 JUNKAL GUEVARA LLAGUNOgriego, n
- Page 30 and 31:
734 JUNKAL GUEVARA LLAGUNOEn defini
- Page 32 and 33:
736 JUNKAL GUEVARA LLAGUNOPor últi
- Page 34 and 35: 738 JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ-MARTOS,
- Page 36 and 37: 740 JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ-MARTOS,
- Page 38 and 39: 742 JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ-MARTOS,
- Page 40 and 41: 744 JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ-MARTOS,
- Page 42 and 43: 746 JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ-MARTOS,
- Page 44 and 45: 748 JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ-MARTOS,
- Page 46 and 47: 750 JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ-MARTOS,
- Page 48 and 49: 752 FRANCISCO RAMÍREZ FUEYO, SJLas
- Page 50 and 51: 754 FRANCISCO RAMÍREZ FUEYO, SJmis
- Page 52 and 53: 756 FRANCISCO RAMÍREZ FUEYO, SJcap
- Page 54 and 55: 758 FRANCISCO RAMÍREZ FUEYO, SJDes
- Page 56 and 57: 760 FRANCISCO RAMÍREZ FUEYO, SJInc
- Page 58 and 59: STEDITORIALApartado 77 39080 Santan
- Page 60 and 61: 764 DELEGACIÓN DE ACCIÓN SOCIAL.
- Page 62 and 63: 766 DELEGACIÓN DE ACCIÓN SOCIAL.
- Page 64 and 65: 768 DELEGACIÓN DE ACCIÓN SOCIAL.
- Page 66 and 67: 770 JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS, S
- Page 68 and 69: 772 JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS, S
- Page 70 and 71: 774 JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS, S
- Page 72 and 73: 776 JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS, S
- Page 74 and 75: 778 JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS, S
- Page 76 and 77: 780 JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS, S
- Page 78 and 79: 782 MARC VILARASSAU ALSINA, SJLa se
- Page 80 and 81: 784 MARC VILARASSAU ALSINA, SJno es
- Page 82 and 83: 786 MARC VILARASSAU ALSINA, SJEl ma
- Page 86 and 87: 790 MARC VILARASSAU ALSINA, SJSenti
- Page 88 and 89: 792 MARC VILARASSAU ALSINA, SJmente
- Page 90 and 91: STEDITORIALApartado 77 39080 Santan
- Page 92 and 93: 796 LOS LIBROSMadrid 2005); la segu
- Page 94 and 95: 798 LOS LIBROSsal terraedad y mejor
- Page 96 and 97: 800 LOS LIBROSde este libro animan
- Page 98 and 99: 802 LOS LIBROSBOFF, Leonardo, San J
- Page 100 and 101: 804 LOS LIBROSIGNACIO DE LOYOLA, Es
- Page 102 and 103: 806 LOS LIBROSpueda ser un conocimi
- Page 104: STEDITORIALApartado 77 39080 Santan