12.07.2015 Views

SUMARIO - Editorial Sal Terrae

SUMARIO - Editorial Sal Terrae

SUMARIO - Editorial Sal Terrae

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

«LOS MANDAMIENTOS»791Por lo tanto, el amor puede ser objeto de un mandamiento, porqueel amor auténtico es exigente. Porque, más que un sentimiento, el amores un convencimiento. Nos produce un saludable hormigueo interior,pero también abre heridas y nos hace sufrir. ¿Estaríais de acuerdo si dijéramosque el sentido de nuestra vida es amar cada vez más y cada vezmejor? Pues si estamos de acuerdo con este proyecto de vida, ahora tenemosque ver cómo lo ponemos en práctica. Hace falta que el amorpase, de ser un principio general, a ser una realidad concreta. El mandamientoes la dimensión realista del amor, su dimensión «pedagógica»,porque a amar se aprende amando. San Pablo dice que la Ley esel pedagogo cuya función y sentido es conducirnos al amor. El amor esel cumplimiento perfecto de la Ley. Por eso, cuando hay amor, y sóloentonces, toda ley está de más.Un mandamiento suavísimoEl amor es un munus suavissimus, un mandamiento suavísimo, unadulce exigencia. El mandamiento nos recuerda que el amor lo tenemosque poner más en las obras que en las palabras, y que ponerlo en lasobras no es fácil: pide mucha abnegación y mucha determinación. Peroes suavísimo, porque la fuerza necesaria para llevarlo a la práctica vienede Dios, de la fuerza y la determinación con que Él nos ama. Algunosdicen que lo primero es amar a los demás; después vendrá el amora Dios. Como si el amor a Dios fuera secundario y prescindible. Amara Dios significa amar su amor, la manera y la radicalidad con que Diosama, porque «el amor consiste en esto: no en que nosotros hayamosamado a Dios, sino en que él nos amó primero» (1 Jn 4,10). En estesentido, el amor a Dios es el alma del amor humano. Sin el amor aDios, nuestros amores flaquean y pierden el alma, acaban fácilmenteconvertidos en puro voluntarismo y en ideología.El amor a Dios hace mucho más exigente y radical el amor humano:lo hace posible a partir del reconocimiento justo y lúcido de quepara nosotros ese tipo de amor es imposible. Ésta es la razón de que elamor pueda y tenga que ser objeto de un mandamiento. Sólo si Dios«lo manda», el amor verdadero es posible en nuestro mundo, porqueDios nos da previamente lo que después nos manda. Como dice uno delos versículos del himno judío «El Día del Perdón», de la Liturgia deAño Nuevo, «el precepto y la práctica son de Dios, que vive eterna-sal terrae

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!