12.07.2015 Views

Benedetti, Mario - Letras del continente mestizo

Benedetti, Mario - Letras del continente mestizo

Benedetti, Mario - Letras del continente mestizo

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

mismo, no debe abaratarse su trayectoria convirtiéndolaen gratuito apoyo de viejos o nuevos resentimientos. Lavida y muerte <strong>del</strong> Che son suficientemente ejemplarescomo para que su irradiación sea, ahora y siempre, fecunday no frustránea; como para que su pensamiento,que sigue en pie, lleve al hombre, a todo hombre (inclusoal intelectual ¿por qué no?) a sentirse estimuladoy no menospreciado en la función que realiza, en elejercicio de su vocación, en la dignidad de su trabajo.Lo contrario serfa volver al hombre viejo, al hombreenajenado, al hombre que teme, o sea precisamente alos antípodas de lo que el Che buscó lúcida y corajudamentehasta su muerte. La imagen <strong>del</strong> comandante Guevaraes esgrimida a veces contra el intelectual, yeso amí me parece profundamente injusto. Para la mayoríade nosotros, la muerte <strong>del</strong> Che fue un mazazo en lanuca. Quizá hayamos madurado, en unas horas de angustia,mucho más que en largos años de argumentacionesy reyertas. Ahora, que ya pasó el primer impacto,es necesario que esa madurez se canalice hacia una actitudmás serena, más depurada, más dolorosamente sabia.Creo que la búsqueda de la verdad fue en el Che unapasión tan avasallante como la conquista de la justicia.Por eso estimo que el mejor homenaje que nuestra Américapuede rendirle es seguir conquistando esta justiciapero también buscando aquella verdad. Sé perfectamenteque el riesgo que COrre un intelectual latinoamericanoal hacer público, por ejemplo, su apoyo a la RevoluciónCubana, no es de ningún modo comparable alque corre un guerrillero frente a tropas especialmenteadiestradas para suprimir su gestión. Pero admitida esadistancia, nada autoriza a menospreciar aquel otro riesgo.Hay muchos grados de riesgo, muchos grados depeligro, de coraje, de decisión, pero aún el último grado<strong>del</strong> riesgo es un riesgo, y siempre estará por encima detodas las variantes de la cobardía.Si uno de los deberes <strong>del</strong> intelectual revolucionarioes no caer en actitudes que luego le provoquen una malaconciencia social, otro no menos importante es no in­26 veutarse una mala conciencia, y sobre todo no permitir

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!