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Benedetti, Mario - Letras del continente mestizo

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Júpiter, Darío le formula interrozantes que aluden menosal Olimpo que a la Casa Blanca: "¿Seremos entregadosa los bárbaros fieros? / ¿Tantos millones de hombreshablaremos inglés?"Rodó lo llamó "artista poéticamente calculador";Unamuno, "peregrino de una felicidad imposible";Antonio Machado, "corazón asombrado de la músicaastral; su compatriota Manolo Cuadra, "descomunalratero"; Cardoña Pena, "sabor antiguo de ceniza";Blanco Fombona, "poeta de buena fe descarriada";González Blanco, "inaprehensihle e inadjetivable"; PedroHenríquez Ureña, "cristiano con ribetes de epicúreomoderno"; Torres Bodet, "sátiro que Apolo no ensordeció";Mejía Sánchez, "poeta primaveral, de la alegríade vivir"; Octavio Paz, "ser raro, ídolo precolombino,hipogrifo". Antes, mucho antes, allá por 1893, José Martí.el menos retórico de todos, Io había llamado: "Hijo".Dije antes que, en apariencia, había varios Daríos.Lo cierto es que ese poeta que pasa lentamente entrela hipérbole y la sencillez, entre la América legendariay la España de pacotilla, entre las ambigüedades deVerlaine y las claridades de Martí, entre las fiestas galantesde Watteau y las brujas de Goya, entre el ArtNouveau y las columnas dóricas, entre la Corte de losMilagros y el Parnaso, entre el prestigiado y literariosoleen y el aburrimiento liso y llano, entre el vino ylas metáforas <strong>del</strong> vino, es uno esencialmente, si biencomplejo y a veces contradictorio. (El propio Darío,a través de Quirón, justificó en el Coloquio de losCentauros esa armonía de lo dispar: "Son formas <strong>del</strong>Enigma la paloma y el cuervo"). Sus actitudes personaleso sus etapas poéticas, son placas más o menostraslúcidás bajo las cuales puede casi siempre adivinarseel mismo rostro estupefacto, interrogante, ansioso, deslumbrado.~n estos días han surgido fervorosos partidarios <strong>del</strong>a desmitificación de Da río. No está mal. Siempre esbueno acabar con los mitos, y Darío tiene sin duda unaporción de su obra que admite ese tratamiento de higienehistórica. No obstante, si por un lado conviene 57

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