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Benedetti, Mario - Letras del continente mestizo

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to bueno a la discriminación política de escritores) hanrepresentado una honda decepción.Incesantemente se escribe soHre Borges, pero en losúltimos tiempos han aparecido dos testimonios que, pormotivos poco afines entre sí, me llamaron la atención.Uno es un reportaje efectuado por el crítico norteamericanoJames E. Irby (publicado por la Revista de laUniversidad de México) y otro es un breve trabajo deAlicia Jurado que integra la colección Genio y Figura,de la Editorial Universitaria de Buenos Aires.La nota de Irby me parece excelente. Es, sin duda,la más inteligente imagen de la persona Borges quehe leído hasta hoy, y habrá de ser tenida inevitablementeen cuenta por todo el que intente efectuar unarevisión a fondo <strong>del</strong> arduo tema que significa Borges.Es curioso comprobar que el autor de semejante hazañano sea un argentino, ni siquiera un latinoamericano,sino un investigador estadounidense, quien evidentementeconoce la obra de Borges como si fuera la Bibliay es capaz de asombrar a su entrevistado con los modestosalardes de una erudición casi milimétrica. Escurioso, pero también es explicable. Sólo res-diendo muylejos <strong>del</strong> problema Borges, es posible opinar sobre elmismo sin la carga de pasiones y simplificaciones quecondiciona su planteo en el Río de la Plata. Es imposibleser más objetivo que Irby.La nota condensa las impresiones recibidas por Irbyen el espacio de cuatro días, durante la permanenciade Borges en Austin, Texas, donde el escritor argentinoresidió como visiting professor de la Universidad <strong>del</strong>Estado, dirigió un seminario sobre Lugones y dictó uncurso de introducción a la literatura argentina. El n01'­teamericano ve así a su entrevistado: "Viste un gruesoabrigo azul, boina negra, y lleva bastón. Me presento;nos damos la mano; me saluda un poco distraídamente.como si nos viéramos todos los días, con el vago aire<strong>del</strong> erudito al que entretiene algún nimio problema.Veo un hombre que aparenta sus 62 años, un hombrede mediana estatura, cuya corpulencia está acentuada68 por el traje gris que le cuelga un poco, voluminoso.

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