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vida de la mujer seguirá circunscrita y controlada por los demás;<br />
los menos indicados para tomar determinaciones válidas.<br />
En este punto, igual que en los anteriores, los temas principales<br />
de discusión pueden resultar inadecuados y sesgados. Es<br />
más, pueden actuar a modo de trampas. Por ejemplo, está claro<br />
que una forma de opresión para la mujer es la dependencia<br />
económica, política, social y psicológica. Sin embargo, lo contrario,<br />
es decir, el ser «independiente» en cuanto al grupo<br />
dominante, puede constituir una meta espúrea. Quizá haya<br />
metas mejores que la «independencia» tal como se ha definido.<br />
O podrían existir mejores condiciones, negadas por el propio<br />
término: por ejemplo, sentirse eficaz y libre a la vez que se<br />
mantienen vínculos intensos con los demás.<br />
<strong>La</strong> autodeterminación será un concepto significativo sólo si<br />
empieza donde empiecen las mujeres. Al mismo tiempo, comprender<br />
dónde están ellas cambia y aumenta el significado del<br />
término, añadiéndole sus perspectivas especiales. Estas pueden<br />
ayudar en el intento de alcanzarla, en lugar de distraer a la<br />
mujer en direcciones falsas -e incluso atemorizantes, como<br />
la independencia del varón- que pueden no ser definiciones<br />
válidas en ningún caso. <strong>De</strong> hecho, el miedo inducido a la mujer<br />
ante su propio poder y autodeterminación ha sido tan asumido<br />
que requiere examinarse de cerca. Explorar este miedo, a su<br />
vez, puede aportar pistas importantes sobre las rutas hacia una<br />
mayor autodeterminación y poder.<br />
El miedo de las mujeres al poder<br />
<strong>La</strong> sociedad masculina tal como se ha constituido hasta<br />
ahora teme a la eficacia autodirigida de la mujer. Un ejemplo<br />
de ello se produce cuando ésta se refiere a su poder en lugar<br />
de a su eficacia. Dado que los hombres le temían, han inducido<br />
en ellas este temor. Pero su dinámica es muy diferente en<br />
cada sexo. Es importante diferenciarlos. <strong>La</strong>s mujeres no tienen<br />
los mismos motivos que los hombres creen tener, pero se<br />
les ha hecho creer que sí.