You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
co; e incluso al diagnóstico de un trastorno de personalidad.<br />
Cualquiera de tales consecuencias es indeseable. En los capítulos<br />
que siguen se expondrán algunos ejemplos de ellas y de<br />
cómo se emplean para controlar la conducta de la mujer.<br />
No debe pues sorprender que un grupo subordinado recurra<br />
a formas de acción y reacción disfrazadas e indirectas. Si bien<br />
tales acciones se planean para complacer al grupo dominante,<br />
de hecho casi siempre contienen chanzas y desafíos camuflados.<br />
Los cuentos populares o los chistes que se cuentan sobre los<br />
negros o las mujeres se suelen basar en cómo el astuto labrador<br />
o jornalero se burló del terrateniente, jefe o cónyuge rico. <strong>La</strong><br />
esencia de la historia reside en el hecho de que éste ni siquiera<br />
sabe que le han tomado el pelo.<br />
Una consecuencia importante de esta forma indirecta de<br />
operar es que a los miembros del grupo dominante les es negada<br />
una parte esencial de la vida: la oportunidad de adquirir autoconciencia<br />
mediante el conocimiento de su impacto sobre los<br />
dpmás. Así se les priva de la «validación por consenso», la<br />
retroalimentación y la oportunidad de corregir sus acciones y<br />
expresiones. En pocas palabras, los subordinados se lo callan.<br />
Por los mismos motivos, el grupo dominante se ve privado<br />
también de un conocimiento válido sobre los subordinados.<br />
(Resulta especialmente irónico que los «expertos» sociales en<br />
conocimiento sobre los subordinados sean casi siempre miembros<br />
del grupo dominante.)<br />
Por lo tanto, los subordinados saben más de los dominadores<br />
que viceversa. Así ha de ser. Se adaptan cuidadosamente a<br />
ellos, se tornan capaces de predecir sus reacciones de placer o<br />
displacer. Aquí es donde empieza, en mi opinión, la larga<br />
historia de la «intuición femenina». Parece claro que estos<br />
«dones» misteriosos son, de hecho, destrezas adquiridas con la<br />
práctica, consistentes en leer muchas pequeñas señales de origen<br />
verbal y no verbal.<br />
Otra consecuencia importante es que, normalmente, los subordinados<br />
saben más sobre los dominadores que sobre sí<br />
mismos. Cuando buena parte del destino de uno depende de