Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
que implica ocuparse de los demás se ha aislado y ha sido asignado<br />
a las mujeres. Cuando esto se combina con el hecho de que lo<br />
que ellas hacen no se suele reconocer, nos encontramos con<br />
algunas extrañas teorías sobre la naturaleza humana. Estas teorías<br />
son, de hecho, las que predominan en nuestra cultura. Una de<br />
ellas es que la «humanidad» es básicamente egocéntrica, competitiva,<br />
agresiva y destructiva. Esta teoría ignora el hecho de que<br />
millones de personas (la mayoría mujeres) han dedicado millones<br />
de horas durante cientos de años a entregarse a otros millones de<br />
personas. Si bien este hecho tiene consecuencias importantes para<br />
la mujer, en último extremo las tiene igual de importantes para el<br />
hombre y para las teorías de la cultura dominante sobre la naturaleza<br />
de los seres humanos. Dado que el hombre es la medida de<br />
todas las cosas -literalmente el hombre, no los seres humanos-,<br />
todos hemos tendido a medirnos según él. <strong>La</strong> interpretación<br />
masculina del mundo nos define y dirige, nos dice cuál es la<br />
naturaleza de la naturaleza humana.<br />
Simplificándolo mucho: lo único que tenemos los seres humanos<br />
es a nosotros mismos y a los demás, pero es suficiente.<br />
Todos nos necesitamos tanto a nosotros mismos como a los<br />
demás. Nuestros problemas parecen proceder de un intento de<br />
dividirnos a nosotros mismos, de modo que se fuerza a los<br />
hombres a centrarse en sí mismos y a las mujeres a centrarse en<br />
«los demás». A causa de esta división sufren ambos grupos,<br />
pero de forma diferente. Si bien la división en sí parece relativamente<br />
sencilla y obvia, de ella se derivan directamente una<br />
serie de complicaciones psicológicas.<br />
Una de estas complicaciones es que el grupo dominante se ve<br />
seriamente privado de conocer lo que significa la integración del<br />
vivir para uno y para los demás. <strong>La</strong> concentración psicológica y la<br />
formación del hombre desde temprana edad se centra en lo<br />
primero. <strong>De</strong>be hacerlo o se sentirá un fracasado, poco masculino.<br />
El hombre, o el chico, se ve disuadido de incorporar en<br />
su desarrollo psicológico características de servicio por un<br />
hecho fácilmente observable: ya hay gente que se dedica claramente<br />
a servir: las chicas y las mujeres. <strong>De</strong>sempeñar las mis